EN LA INVESTIDURA DE GALLARDÓN
Alrededor de medio centenar de agentes antidisturbios han desalojado la salida del aparcamiento del Ayuntamiento de Madrid, donde varios cientos de manifestantes han realizado una sentada para impedir que los vehículos de los nuevos ediles abandonaran la sede del consistorio.
A su salida, los vehículos oficiales han sido recibidos por los concentrados indignados con una gran pitada, las manos levantadas y profiriendo gritos de "ladrones", "que no, que no, que no nos representan" o "esta crisis no la pagamos".
Los manifestantes se han sentado en mitad de la calzada de la calle Sacramento, detrás del antiguo edificio del Ayuntamiento de Madrid, para bloquear durante una hora la salida de los coches oficiales, una vez concluida la ceremonia oficial de constitución del Consistorio madrileño.
Una vez acabada la ceremonia, los políticos se han visto obligados a permanecer dentro de la Casa Consistorial a la espera de que la Policía desalojara la salida del aparcamiento para así poder marcharse en sus vehículos, aunque algunos han abandonado a pie el lugar y se han marchado por una callejuela cercana.
Finalmente, poco después de las 13.30 horas, agentes antidisturbios han logrado despejar la salida cogiendo a los manifestantes uno por uno en volandas y colocándolos sobre la acera, hasta que han podido formar un pasillo de la anchura suficiente como para salieran los coches y los políticos que viajaban dentro.
Durante la intervención se han producido forcejeos entre policía y manifestantes, si bien los primeros no han ofrecido resistencia y se han limitado a tirarse al suelo mientras los agentes los colocaban a los lados de la calle.
Los indignados se han marchado después a la plaza de Cibeles y han llegado a cortar el Paseo de La Castellana.