La crisis de deuda
Asomaba el fantasma de un lunes negro tras un fin de semana de infarto con la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense.
Llamadas de los líderes mundiales, videoconferencias del G7 y G20 y una sensación de gravedad que sólo aplacó Jean Claude Trichet. El BCE está ya comprando deuda italiana y española y los mercados respiran.
Las bolsas se teñían de verde y la prima de riesgo, que tocó el viernes los 425 puntos, respiraba hoy por debajo de los 300.
La compra de deuda de esta mañana ha enfriado el incendio, pero éste no está apagado en absoluto.
Según los expertos, sólo una cosa puede terminar de sofocar las llamas; la unidad. Que todos los países europeos se pusieran de acuerdo y emitirán deuda de forma conjunta. Es decir que los países más solventes se sacrificaran por los que están en peores condiciones