UN BUEN LAVADO
En ocasiones, aparecen manchas rojas en la ropa blanca cuando usamos lejía, pero nada tiene que ver con ese calcetín de color escondido entre el montón de ropa que se ha desteñido. La respuesta está en un producto que usamos habitualmente durante el verano.
¿Quién no ha hecho una colada y, al abrir el compartimento, se ha visto envuelta en un drama con su ropa? Cualquier persona puede sufrir un accidente y terminar con todo su armario teñido de color, ya sea porque hayamos descuidado alguna prenda de color en el interior de la lavadora o un tinte se haya filtrado en el agua y se haya impregnado en la tela blanca.
Sin embargo, en algunas ocasiones, no encontramos el motivo de lo ocurrido. Ahí es cuando vaciamos el interior del electrodoméstico en busca del culpable. Por ejemplo, ese calcetín rojo que se ha colado entre las prendas, la camiseta de color que alguien de casa echó a lavar sin querer o algún accesorio, tarjeta, billete o pulsera que se haya escondido entre el montón de ropa. Pero nada, a veces, no aparece absolutamente nada y nos quedamos con una sensación de incertidumbre ante la falta de explicación a una situación que ha echado a perder toda tu ropa.
Entonces, ¿por qué hay ropa blanca que se vuelve roja al ser lavada? En NovaMás te vamos a dar la respuesta a esta cuestión, una que probablemente agradecerán saber la mayoría de hogares.
La lejía es un producto corrosivo si no está diluido correctamente, por lo que si echamos más de la cuenta podemos perjudicar los tejidos hasta el punto de echarlos a perder. Esta es su explicación científica. El hipoclorito de sodio activo en la lejía líquida reacciona ante la presencia de hierro y cambia a óxido. Entonces, esta decoloración roja propia de la reacción acaba transfiriéndose a la ropa y, en el momento del secado, se tiñe por completo.
Otro motivo por el que podrían aparecer manchas rojas en la ropa blanca tras usar lejía es por la presencia de protector solar en la tela. Así pues, la lejía también reacciona cuando entra en contacto con la crema para el sol. No solo puede favorecer la aparición de manchas rojas, también pueden ser de color rosa brillante. Por lo tanto, es algo que podemos apreciar en mayor frecuencia en verano, cuando utilizamos las cremas para protegernos de la exposición solar.
Las prendas blancas siempre necesitan un cuidado determinado y específico para evitar perder la luminosidad, que se estropee e intentar mantenerla como el primer día. Son muchos los productos que te prometen el cielo, pero el mejor producto blanqueador sigue siendo, a pesar del paso de los años y la aparición de nuevos métodos, la lejía. No obstante, antes de su uso y el de cualquier producto o método, debemos mirar los etiquetados de las prendas que debemos lavar.
En muchas ocasiones, esta ropa no admite el uso de blanqueadores sobre ellas. Es el símbolo de un triángulo blanco el que lo indica. Si este aparece tachado o con una mancha negra, nunca debemos utilizar la lejía para devolverle el blanco puro.