ORDEN EN CASA
El renovado método KonMari transforma hogares y vidas mediante la eliminación de lo innecesario y la adopción de soluciones de almacenamiento inteligentes, creando espacios ordenados, funcionales y estéticamente agradables. Descubre como estos trucos te llevan hacia una vida más sencilla, equilibrada y feliz.
Marie Kondo, conocida mundialmente por su método KonMari, ha revolucionado la forma en que entendemos el orden en nuestros hogares. Su enfoque no solo se basa en el simple acto de organizar, sino en una profunda transformación personal que comienza con la eliminación de todo aquello que no nos hace felices. Sin embargo, en su evolución como gurú del orden, Kondo ha introducido nuevos conceptos que pueden ayudarte a crear un sistema de almacenamiento aún más eficiente, adaptado a las necesidades modernas.
Marie Kondo no ha dejado de actualizar su método para adaptarse a las demandas de la vida contemporánea. Su enfoque sigue siendo minimalista, pero ahora incorpora estrategias para maximizar el espacio de almacenamiento sin comprometer la estética ni la funcionalidad. La clave de este enfoque renovado está en la optimización del espacio vertical y en el uso de muebles y accesorios que faciliten el acceso y la organización.
El método KonMari siempre ha hecho hincapié en la importancia de almacenar en vertical, pero Kondo ha llevado esta idea un paso más allá. Para ella, el espacio vertical no se limita solo a cómo doblamos la ropa, sino a cómo organizamos todos los aspectos de nuestra casa. Por ejemplo, el uso de estantes largos en cocinas o baños pequeños puede multiplicar el espacio disponible sin saturar la estancia. Colocar plantas resistentes como potus en estanterías altas también añade un toque de frescura y vitalidad, sin ocupar espacio útil a nivel del suelo.
Kondo también ha comenzado a recomendar el uso de estanterías modulares que puedan ajustarse a diferentes necesidades a lo largo del tiempo. Estas estanterías permiten reorganizar y reconfigurar el espacio según sea necesario, lo que es especialmente útil en hogares pequeños o en aquellos con necesidades cambiantes. Además, las estanterías con un diseño abierto y limpio ayudan a mantener una sensación de amplitud, incluso en habitaciones pequeñas.
La cocina es una de las áreas más difíciles de organizar debido a la gran cantidad de utensilios, alimentos y electrodomésticos que alberga. Kondo sugiere la utilización de soluciones de almacenamiento que mantengan los elementos esenciales al alcance, pero que oculten aquellos que no se usan con frecuencia. Por ejemplo, el uso de organizadores dentro de los cajones, o estantes adicionales que se pueden instalar dentro de los armarios, son opciones que permiten maximizar el espacio sin desordenar la encimera. Para complementar, cortinas ligeras pueden ayudar a ocultar los estantes abiertos, proporcionando un aspecto limpio y ordenado.
El baño es otra área donde el método KonMari puede ser aplicado eficazmente, y Kondo ha desarrollado nuevas ideas para mejorar la funcionalidad de este espacio. Los baños pequeños pueden beneficiarse enormemente del uso de organizadores verticales y cestas de almacenamiento. Estos pueden colocarse en la ducha o bajo el lavabo, permitiendo un acceso fácil a los productos esenciales mientras se mantiene un aspecto despejado. Productos que ofrecen soluciones económicas y funcionales para el almacenamiento en el baño son estantes para la ducha o pequeños organizadores para productos de higiene.
El almacenamiento de textiles también ha recibido atención en la evolución del método KonMari. Kondo enfatiza la importancia de mantener los textiles organizados y accesibles, y sugiere el uso de fundas nórdicas bien dobladas y almacenadas en vertical, para que no ocupen más espacio del necesario.
El objetivo final del método renovado de Marie Kondo es llegar a lo que ella llama el momento del clic, donde todo encaja perfectamente en su lugar y la casa se convierte en un reflejo de paz y serenidad. Este clic no solo se refiere al aspecto físico del orden, sino también a un equilibrio emocional donde cada objeto en la casa tiene un propósito claro y aporta alegría. Para alcanzar este nivel de orden, es crucial ser implacable en la eliminación de objetos que no sirven o que simplemente ocupan espacio sin aportar valor.