Francia
Además del corte en la AP-7, la Gendarmería francesa ha cortado en ambos sentidos la A9 en El Pertús y está desviando a los camiones españoles de nuevo a nuestro país.
La situación en la frontera con Francia se complica cada vez más por las protestas de los agricultores franceses, que han cortado el paso fronterizo entre España y Francia a la altura de La Junquera por la AP7 y han obligado al desvío de camiones, tal y como ha informado la Generalitat de Cataluña.
"Desvíos obligatorios para camiones por la salida 3 de la AP-7 en sentido norte por manifestación en la frontera", ha publicado en su red social X.
Además de este corte en la AP-7, la Gendarmería francesa ha cortado en ambos sentidos la A9 en El Pertús y está desviando a los camiones españoles de nuevo a nuestro país. Las autoridades francesas estarían llevando a cabo esta medida porque a unos 6 kilómetros hay un peaje en el que se han concentrado decenas de agricultores con sus tractores, cortando el paso y vaciando mercancía. Lo que pretendería la Gendarmería es que no se acumule el tráfico allí.
El presidente de la coordinación rural de Calvados, en Francia, Jean-Jacques Pesquerel, resume así las quejas de los agricultores franceses: "Creo que si nuestros líderes políticos no se dan cuenta de que la agricultura está en peligro, esto podría terminar mal. El movimiento puede durar, puede durar en el tiempo y puede ser dramático, porque estamos decididos y no queremos dejarlo ir. Entonces, hay medidas en Francia que se pueden tomar rápidamente, pero luego están las medidas europeas. Y hoy Europa mata a los agricultores franceses, Europa mata a la agricultura francesa".
"Hoy trabajamos para no ganarnos la vida. Porque siempre tenemos más reglas que seguir, siempre nos piden más y cada vez ganamos menos, ya no vivimos de nuestro trabajo. Hoy queremos que las autoridades comprendan que la agricultura es importante, que la soberanía alimentaria está en peligro, que no podemos pedir a los agricultores que produzcan alimentos de calidad, diría incluso de súper calidad, e importen productos que no se ajustan en absoluto a los estándares franceses. Ya no es soportable", explicó.
Para el gobierno francés, es algo urgente calmar estas protestas y evitar que la situación se enquiste. Mientras tanto, los agricultores aseguran que están asfixiados. La próxima etapa es bloquear París. Aunque este asalto a la capital es algo que todavía no tienen del todo decidido, todo depende del primer ministro francés que, con un atril de alpacas de heno y en medio de una granja, ha prometido que mantendrá las ayudas al diésel agrícola.
Era una de las principales reivindicaciones. El primer ministro ha asegurado también que presionarán en Bruselas contra algunas obligaciones porque, aunque Europa es un escudo que protege, hay que defender la agricultura nacional.