MEJORES MOMENTOS | CAPÍTULO 1000
Francisca y Raimundo se declaran amor de nuevo y se besan apasionadamente
Francisca no ha bajado a celebrar con sus vecinos los mil años de Puente Viejo, pero alguien muy especial viene a compartir la fecha; es Raimundo. Se declaran amor, no lo pueden evitar. El capítulo mil se cierra con el beso de Francisca y Raimundo.
Buenas noticias: ¡Ha quedado libre Aurora! Juzgarán a Fulgencio por matar a su esposa. Francisca termina convenciendo a los jueces para que Fulgencio acabe en el sanatorio por matar a su esposa; tomará de su propia medicina.
Es el “milenario” de Puente Viejo y en el pueblo quieren preparar un evento conmemorativo. Se celebra una chocolatada en la plaza de Puente Viejo.
Severo acepta la gratitud de Conrado por haber ayudado a Aurora consciente de que en realidad no ha conseguido dañar a Francisca, pues él en realidad pretendía que acaba inculpada por el asesinato de Bernarda: habrá que jugar más duro. Por otra parte, no han tenido noticias del investigador que tienen siguiendo pistas de Sol; habrá que tener paciencia.
En el asunto de la bigamia, es Rosario la que salva los muebles, y es que los padres de las chicas “deshonradas” hicieron lo propio en su juventud, ergo, ¿será cosa de juventud?
Hipólito cuenta por qué odia la palabra “cuchillo”; confiesa que Quintina se marchó con Santiaguito el de los cuchillos, y ahora él está solo.
Lucas y Aurora tienen un acercamiento sincero, después de todo lo vivido es hora de recapitular, y la conexión que sienten es espectacular.
Francisca no ha bajado a celebrar con sus vecinos los mil años de Puente Viejo, pero alguien muy especial viene a compartir la fecha; es Raimundo. Se declaran amor, no lo pueden evitar. El capítulo mil se cierra con el beso de Francisca y Raimundo.