Robert Fico
El primer ministro eslovaco sigue recuperándose en un hospital del atentado que sufrió el pasado miércoles cuando, presuntamente, un hombre de 71 años le disparó hasta en 5 ocasiones.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, sigue grave tras el atentado contra él del pasado miércoles. Dentro de la gravedad se encuentra estable consciente y puede comunicarse. Fico fue tiroteado al salir de una reunión del Consejo de Ministros celebrada en la ciudad de Handlová. El atacante, un hombre de 71 años que alegó a modo de justificación que no le gustan las políticas que está llevando a cabo el Ejecutivo.
El presidente electo de Eslovaquia, Peter Pellegrini, ha podido visitarlo y hablar con él unos minutos. Fico le ha asegurado que "recuerda todo lo que pasó. Le sorprendió lo rápido que sucedió todo". Añade que el primer ministro se encuentra muy cansado y bajo el efecto de los medicamentos. En la televisión TA3 compartió parte de la conversación que mantuvieron: "Fue consciente de todo: de cómo recibió atención primaria, cómo lo trasladaron de Handlová en helicóptero a Banská Bystrica, cómo lo atendieron los equipos médicos de urgencias y cómo lo sedaron en el quirófano. Hasta entonces estuvo consciente". Y aclaró: "Se me permitió hablar con él solo unos minutos, porque su estado de salud realmente requiere tranquilidad".
El atacante es un crítico de Fico contrario a la violencia, pero que en el pasado se alineó con narrativas ultranacionalistas y racistas. En el país hay ahora un ambiente de polarización política y social. El ministro del Interior de Eslovaquia, Matus Sutaj Estok, ha rechazado dimitir ante las críticas sobre posibles fallos en el dispositivo de seguridad. "Estuve allí, todas las fuerzas de seguridad hicieron lo que tenía que hacer, incluido el cuerpo de protección de agentes del Estado, y el cuerpo de policía" dijo.
El atacante consiguió disparar hasta en 5 ocasiones. El exjefe de la policía Stefan Hamran cuestionó el dispositivo y criticó la "reacción tardía" de los guardaespaldas. "En lugar de lanzarse contra el atacante y utilizar incluso sus cuerpos como escudos, intentaron esquivar las balas", defendió.
Otro experto en seguridad, Juraj Zábojník, vaticinó: "Van a rodar cabezas". Más que en la actuación de los guardaespaldas durante el tiroteo, Zábojník lamenta los fallos de inteligencia, que no fue capaz de anticipar el ataque de un agresor radicalizado, aunque sin pasado criminal y que tampoco participaba en redes locales. Sin embargo, el viceprimer ministro, Robert Kalinak, dice: "No veo ningún motivo para la dimisión del ministro del Interior."
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