La juventud es una etapa de la vida que en general, tiene buena fama. Las personas desean ser jóvenes el máximo tiempo posible y a medida que se acerca la vejez pueden aparecer miedos y cierto rechazo. Además, aparecen también ciertas actitudes sociales muy aceptadas para ocultar o poner distancia a los años, como, por ejemplo, la compra de cremas antiarrugas, pincharse bótox o considerar de mala educación preguntar la edad.
La realidad es que existe cierto estigma y una elevada presión social por mantenerse joven. Pero, si el miedo a la vejez es tan habitual debido a las demandas de nuestra sociedad, entonces, ¿cuándo se convierte en un problema? El miedo a envejecer se convierte en un problema cuando el miedo es obsesivo e irracional.
Diferencias ente gerascofobia o gerontofobia y midorexia
La gerascofobia o gerontofobia es el miedo irracional y obsesivo al envejecimiento, que impulsa a las personas que la padecen a desarrollar comportamientos relacionados con mantenerse joven, así como conductas evitativas a personas mayores y a todo lo que pueda ser un signo de envejecimiento.
Por otro lado, cabe destacar otro concepto: la midorexia. Igual que la gerascofobia o gerontofobia, se encuentra dentro de los trastornos ansiosos, pero la diferencia es que la gerascofobia o gerontofobia se asocia al pánico a envejecer, la midorexia se asocia con la obsesión por mantenerse joven.
Características de la gerascofobia o gerontofobia
Las personas con gerascofobia o gerontofobia reúnen las siguientes características:
- Miedo a asumir responsabilidades: evitan la vejez porque esta se relaciona con responsabilidades y no se sienten capaces de asumirlas. Por ejemplo: llegar puntuales a un trabajo, cuidar de un perro o comprarse una casa.
- Miedo a comprometerse en relaciones afectivas: las relaciones amorosas también implican cierto grado de compromiso y responsabilidad, dos conceptos de los que este tipo de personas huyen. Por ejemplo: tienden a tener relaciones esporádicas o relaciones estables que no avanzan.
- Evitación de la estabilidad de un hogar o un trabajo: para este tipo de personas la idea de mudarse y empezar de cero continuamente es una opción atractiva, a no ser que exista algo que le ate a un lugar específico y precisamente eso agrave su miedo a la vejez. Por ejemplo: elección de trabajos con cambios de residencia frecuentes.
- Miedo a la enfermedad y a la muerte: la vejez se relaciona con estos conceptos y muchas personas no lo tienen aceptado. Tienen un miedo atroz a la enfermedad o a la muerte, lo que se suele relacionar con no sentirse plenos y satisfechos en el día a día, así como a una elevada necesidad de control.
- Deseos de parecerse a algún referente: las personas con este tipo de miedo suelen tener idealizada una etapa de la vida como puede ser la adolescencia o pueden tener el deseo de parecerse a personas concretas de Hollywood. Por ejemplo: recordar siempre situaciones de su propia infancia o adolescencia como algo ideal y mejor que lo actual.
Factores de riesgo de gerascofobia o gerontofobia
Las personas que reúnen los siguientes signos tienen mayor predisposición a desarrollar miedo a envejecer:
- Preocupación excesiva por el aspecto físico: las personas que se preocupan excesivamente de su aspecto físico van a estar constantemente en alerta al mínimo cambio que observen y van a querer evitarlo al máximo. Por ejemplo: la aparición de una cana, flacidez en cierta zona del cuerpo o las arrugas.
- Atribución negativa a aspectos relacionados con la vejez: las personas que relacionan directamente la vejez con enfermedad, soledad, pérdida, muerte, incompetencia, inutilidad o dependencia, van a tener más probabilidades de evitar el envejecimiento. Puede afectar el haber crecido con una persona mayor cercana con problemas relacionados con los mencionados.
- Narcisismo: las personas con ideas de grandeza y cierto nivel de narcisismo van a buscar la perfección y van a desear alejarse de la vejez. Lo mismo sucedería con personas con elevada autoexigencia.
- Tendencia a la ansiedad: las personas ansiosas con elevada necesidad de control tienen muchas papeletas a desarrollar este tipo de miedo porque en lugar de aceptar cada etapa de la vida con sus pros y sus contras van a buscar controlar todos los factores posibles.
- Traumas: las personas que han tenido una educación autoritaria o, por el contrario, sobreprotectora, tienen mayor tendencia a desarrollar miedo a envejecer. También ocurre con personas que en su infancia han vivido eventos negativos con sus iguales. Por ejemplo: acoso escolar.
En conclusión, el miedo a envejecer es común debido a la presión social a la que estamos expuestos, sobre todo las mujeres. Por tanto, es muy importante que se trabaje a lo largo de la vida la autoestima y la regulación emocional y se instauren hábitos saludables. Por último, es fundamental recordar que los psicólogos ofrecen una gran ayuda para tratar este tipo de casos.