INNOVACIÓN
Los “chips sexuales” están cada vez más de moda, te contamos todo sobre ellos, cómo funcionan y si son la respuesta cuando tenemos la libido por los suelos.
¿Existen chips que aumentan el deseo sexual? Sí, existen, y cada vez están más de moda. Puede parecer que estamos hablando de ciencia ficción. Pero ésta es una realidad que está muy presente y en boga. Seguro que algo te suena de haber oído en televisión o leído por Internet y te has preguntado, ¿qué es el “chip sexual” o microchip de testosterona? Y sobre todo, te habrás cuestionado si realmente funciona este implante subdérmico de testosterona que no sólo promete mejorar nuestra vida sexual, sino que también nos hace tener más energía y estar más activas. ¿Será verdad o todo pura fantasía?
Qué es el “chip sexual”
La doctora Haydee Camacho, médica cirujana y directora médica de la clínica Contigoh, es una de las pocas profesionales expertas que realiza la terapia hormonal bioidéntica, que así es como se llama, a través de los pellets subdérmicos en España. Lo realiza en su centro clínico y nos explica que realmente no es un chip, como nos puede llevar a pensar según lo que hemos leído sobre él, sino que “Es un implante de testosterona y/o estrógenos que trabaja a largo plazo”. Según la doctora, “Proporciona la clase correcta de hormonas que el organismo necesita porque es bioidéntica a la nuestra. La dosis que se administra se calcula según las características de cada paciente, como su peso, altura o síntomas por los cuales haya recurrido a esta técnica”. Además explica que el pellet “Libera la cantidad necesaria y de forma natural de hormona para cada persona”.
Por la experiencia de la doctora, comenzaremos a notar sus efectos “A los 15 días desde su implantación” y es más cómodo que otras formas de administrar este tratamiento ya que no hay que aplicarlo diariamente, como ocurre con los geles por ejemplo que se suelen usar en la seguridad social cuando nos recomiendan el reemplazo hormonal, sino que se coloca y nos olvidamos.
Cómo es el chip hormonal de terapia bioidéntica
Son como unos pequeños granos de arroz. No se aprecian a través de la piel y tienen una efectividad de entre 4 y 5 meses, aunque esto depende de cada persona. Como nos cuenta la directora de Contigoh, “Hay personas que acuden a las clínicas una vez al año”, lo que hace ver que sus efectos son bastante duraderos. Esta terapia no sólo promete mejorar la vida erótica, sino que hacen un efecto antiaging porque nos hace sentirnos más activas y tener más energía. De ahí que el momento en el que más se demanda es en el climaterio para las mujeres y la andropausia para los hombres, cuando las hormonas propias del cuerpo empiezan a reducirse y notamos los estragos de la edad y el ritmo de vida. Como afirma Camacho, “Esta terapia ayuda a mejorar los síntomas de la edad a nivel sexual y además influye en la tonificación de la musculatura de forma indirecta. Mejora la función cognitiva, la memoria y capacidad de concentración”. Por eso ellas lo llaman “El chip de la felicidad”.
¿Cómo se coloca el “Chip sexual”?
Se suele colocar en una zona adiposa como la cadera de forma ambulatoria con anestesia local y se tarda aproximadamente tres minutos.
Las clínicas que lo realizan afirman que los efectos secundarios son insignificantes y que la mayoría de las personas que lo prueban se sienten mejor y notan sus efectos en poco tiempo.
¿Son los chips de testosterona la solución a la falta de deseo femenino?
Qué dice la ginecología y sexología sobre este tipo de terapias que se centran más en las mujeres y que están empezando a alcanzar a las millennials. La ginecóloga Estela Pristupin está de acuerdo con que cada vez se oye hablar más de estos chips, pero que lo primero que hay que hacer antes de lanzarse a colocarse uno es: “Hacer una consulta sexológica ya que hay muchos factores que pueden influir en el bajo deseo sexual y no todos ellos son hormonales”. Nos explica que realmente no hay “Ninguna sociedad científica que los aconseje”. En las consultas lo vemos asiduamente. Bajo deseo, ninguna gana de compartir el sexo con las parejas o desidia por el aspecto sexual. Pero, coincidiendo con la ginecóloga, la razón principal suele provenir más de lo social, de cómo nos relacionamos que de lo puramente hormonal. Aunque por supuesto puede haber excepciones. Para aquellas mujeres que tras un análisis su ginecóloga sí vea la necesidad de acudir a este tratamiento, Pristupin recomienda que “En caso de necesitarse el remplazo con testosterona se haga con dosis muy bajas a través de preparados como geles y cuando se hayan descartado todo tipo de causas de otro tipo”.
Aunque los efectos con los pellets parecen ser, según las clínicas, más exitosos, la ginecóloga nos advierte de que “No se tiene tanto control sobre él”. Sin embargo, con los geles y otro tipo de medicaciones es más fácil el control médico. Los problemas que la doctora Pristupin ve al pellet es que “No se puede controlar y una vez que se coloca da niveles, en general, mucho más altos de los que debería tener una mujer de manera fisiológica” y claro no se puede regular su efecto como podemos hacerlo dejando de usar el gel, la medicación o reducir la cantidad de producto.