DEPORTE ES SALUD
La ciencia confirma cuál es el mejor horario para entrenar cuando nuestro objetivo es adelgazar. Unas veces el momento del día es importante, pero en otras ocasiones existen opciones con mejores resultados.
Ya tenemos todo preparado: Tenemos un plan de entrenamiento, sabemos dónde lo vamos a realizar y existe un objetivo a conseguir. ¡Es el momento de ponernos manos a la obra! Pero... ¿cuál es el mejor horario para entrenar si quiero adelgazar?
Cuando pensamos un objetivo deportivo, solemos hacerlo de forma genérica. Son frecuentes intenciones como querer adelgazar, ponerse en formao o tonificar. Y está muy bien como primer paso, pero el siguiente es concretar un poco más: marcarse un objetivo realista y alcanzable.
En caso de habernos propuesto adelgazar, no nos estaremos refiriendo solo a perder peso: se trata de perder porcentaje graso, de mejorar nuestra composición corporal. Ello no sólo nos concederá un mejor aspecto sino, sobre todo, una mejor salud.
En ese proceso de quemar grasa, algunos estudios han analizado en qué momento del día se consigue más fácilmente con el mismo esfuerzo.
Concretamente, una investigación de 2023 con muestra representativa de más de 5.000 personas confirmó que practicar ejercicio por la mañana resulta más efectivo que durante una franja horaria tardía. Las mejores horas para entrenar serían, de acuerdo con el estudio, entre las 7 y las 9 de la mañana.
La conclusión concuerda con otra realidad: entrenar durante las primeras horas del día, especialmente en ayunas, ayuda especialmente a quemar grasa corporal. Incluso habiendo desayunado un poco antes de hacer deporte, el alimento ingerido va a ser siempre inferior que después de un almuerzo o de todo un día con varias paradas para comer.
Al carecer del alimento suficiente en esa primera parte de la mañana, el organismo recurre a la grasa acumulada para obtener la energía necesaria para entrenar.
En todo caso, esta afirmación no es una invitación a entrenar en ayudas. Por muchos beneficios que tenga para un sector de la población, este hábito no es apto para todos los cuerpos. Requiere estar preparado y estar libre de toda patología que lo desaconseje.
Las personas que practican ejercicio físico por la mañana consiguen un mayor porcentaje de adherencia, es decir, faltan menos a entrenar. Por lo tanto, al saltarse menos clases, practican ejercicio más veces y suman más minutos de deporte a la semana.
Esta mayor disposición se debe a que se trata de una de las primeras actividades del día. Contamos con entrenar y luego hacer lo demás, lo cual es muy diferente a tener que trabajar y cumplir con todas las obligaciones del día para después entrenar.
En muchas ocasiones las obligaciones agotan nuestro tiempo o nos consumen energía, invitándonos a cambiar el ejercicio por descanso.
Entrenar por la tarde suele requerir un mayor esfuerzo y la falta de compromiso suele ser uno de los principales problemas para conseguir los objetivos.
Todo entrenador es consciente de que la mayor parte de la población no dispone de la opción de entrenar por las mañanas. Ante todo, hay que tener en mente que siempre será mucho mejor entrenar por la tarde que no entrenar por el hecho de no poder hacerlo temprano.
La mañana es la mejor elección horaria, pero el resto del día también es bueno y ayuda a adelgazar. En el estudio comentado, se vio que, en el caso de no poder por la mañana, es ligeramente mejor entrenar por la tarde que en las horas centrales del día. No obstante, esta diferencia fue poco significativa. Lo importante, por encima de todo, es lo ya mencionado: entrenar.
Hacer ejercicio a primera hora del día es lo mejor para adelgazar, pero no es la mejor elección para todos los objetivos. La mejor hora depende de lo que se pretenda conseguir y de las características de cada persona.
Vamos a ver un par de ejemplos:
Del mismo modo que un jugador de tenis necesita un entrenamiento específico para rendir, adelgazar requiere su entrenamiento adaptado al objetivo.
La primera clave es que todo suma, es decir, no es necesario disponer siempre de una hora o más para hacer ejercicio. Si contamos con 20 minutos, aprovecharlo para movernos será siempre mejor que nada. Veámoslo por este lado: en 3 ratos de 20 minutos habremos sumado una hora más a la actividad total de la semana.
El segundo punto a favor de la pérdida de peso requiere un entrenamiento completo y equilibrado, en el que no falte el ejercicio de fuerza y, a ser posible, también la actividad cardiovascular. Ambos, en combinación, ayudan a quemar grasa de forma eficaz y saludable.