HA QUEDADO AHÍ PARA SIEMPRE
Ramiro Oliveros despedía hace uno días a su mujer, Concha Márzquez Piquer, tras fallecer a los 75 años. Un duro momento en el que al darle su último adiós perdió el móvil dentro del féretro.
Ramiro Oliveros despedía a su mujer hace tan solo uno días. Concha Márzquez Piquer fallecía a los 75 años y sus familiares y amigos más íntimos le daban su último adiós en un momento muy doloroso para su viudo tras pasar toda una vida juntos.
Ahora ha salido a la luz una anécdota que Ramiro vivió ese día. Y es que al abandonar el cementerio se dio cuenta de que no llevaba su móvil encima, por lo que tanto su hija como él lo estuvieron buscando sin éxito, aunque cuando marcaban seguía dando señal.
Ha sido la periodista Beatriz Cortázar la que ha revelado lo que realmente sucedió, cuando al hablar con él le reveló: “Se ha quedado mi teléfono móvil dentro del féretro, en la caja, con Concha”. Y es que al parecer cuando se acercó al féretro a despedirse, se le cayó el móvil dentro de la caja sin percatarse de ello.
Fue su hija la que llamó al cementerio tras percatarse en las imágenes de lo que podría haber sucedido, y aunque el operario del cementerio no logró escuchar el sonido, están seguros de que eso fue lo que aconteció con el aparato, que ya se ha quedado dentro de la tumba de Concha para siempre.
Por suerte, Ramiro ha podido recuperar ese mismo número y ya se ha comprado un nuevo móvil. Sin duda alguna, una anécdota que ha marcado el adiós a la artista que ha dejado un tremendo vacío entre sus seres más queridos.