DRAMA AL VOLANTE
Verdeliss cuenta sus terribles comienzos con el coche y cómo le recuerda a un hecho que vivió hace unos días.
Día a día, Verdeliss cuenta a sus más de 1 millón y medio de seguidores en Instagram alguna de sus aventuras, experiencias, y, sobre todo, sus mejores momentos junto a sus ocho hijos y su marido Aritz.
Con el objetivo de conocer mucho más allá de lo que hay detrás de una cámara, la influencer se ha sentado delante de su móvil y les ha contado a sus followers uno de los percances que sufrió hace unos años con el coche y que le ha recordado al drama que vivió hace tan solo unos días.
Hace 12 años, Verdeliss consiguió la 'L' y, como una buena conductora de primera, muy orgullosa, se compró un coche y quería tenerlo "bien cuidadito", por lo que optó por alquilar una plaza de parking. Tras recoger el coche en el concesionario, empezó lo que para ella ha sido "un drama" durante muchos años.
"El coche era más largo de lo que te permitía el eje de maniobra en esa curva y me quedé empotrada entre cuatro paredes" cuenta la influencer explicando que "ni para delante ni para detrás" conseguía salir de ahí. Una historia que durante muchos años le ha provocado pánico cuando se subía al coche y que le producía muchos nervios: "Me sentaba delante del volante y mi cuerpo temblaba" afirmaba.
Su marido fue su mejor aliado durante este percance y durante tres meses estuvo sin controlar "el tembleque en las piernas", pero afortunadamente eso quedó en el pasado y tras muchos kilómetros, lo superó.
¿Qué ha pasado ahora?
Hace unos días, Verdeliss volvió a sufrir "una recaída" cuando iba a aparcar en un centro comercial su furgoneta. "Bajé hasta el final donde estaba la barrera y marcaba la altura 1,90 máximo", fue justo en ese momento cuando todas sus dudas sobre la medida de su coche se activaron.
Para su mala suerte, su coche levantaba las cadenas que miden la altura. Pero el problema real vino cuando miró hacia atrás y vio que había un coche que también quería entrar al parking. Tras contarle la situación a la mujer que estaba conduciendo, la chica se negó: "Yo no voy a mover el coche, eso son cadenas, claro que puedes pasar. Yo de aquí no me muevo".
La influencer muy agobiada y con una sensación de claustrofobia fue poco a poco por los pasillos del parking y "por obra y gracia divina" logró dejar el coche y salir de ese 'infierno' que le hizo recordar a sus hazañas cuando era novel y que le hizo recordar sus miedos del pasado.
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