Se puede hacer en casa
Los hidratos de carbono suelen ser enemigos de la dieta, pero lo serán menos con este trucazo para reducir sus calorías.
Arroz, patata, pasta... llega el momento de hacer dieta y sufrimos a la hora de desterrar estos alimentos de nuestra dieta. ¿De verdad es necesario este sacrificio? ¿Es que nadie se apiada de nosotros dándonos una idea para poder seguir consumiéndolos? Pues bien, Cocinatis ha pensado en vosotros y tenemos la respuesta en forma de truquillo científico, avalado por la Facultad de Ciencias Químicas de Sri Lanka, un país en el que se consume mucho arroz, así que, en este caso, saben perfectamente de lo que hablan.
El hallazgo tiene que ver con un proceso doble que permite reducir más de la mitad las calorías del arroz. Es decir, que el arroz a banda dejará de ser un plato prohibido con este sencillo proceso. La primera clave es añadir una cucharada de aceite al agua de la cocción: ellos probaron a hacerlo con aceite de coco, pero se puede perfectamente hacer con aceite de oliva. El segundo paso es dejar que el arroz, ya cocinado, se enfríe durante unas 12 horas. De esta forma, cuando lo vayamos a recalentar para comérnoslo tendremos un plato con la mitad de calorías. ¿Brujería?
En realidad no. Lo que han hecho estos científicos de Sri Lanka es descubrir que una de las claves para reducir el número de calorías, en el caso del arroz, pasa por aumentar la concentración de almidón. La cucharada de aceite contribuye a esto, creando un almidón resistente debido a la barrera que forma. El enfriamiento también porque conduce a la formación de enlaces de hidrógeno entre las moléculas de amilosa fuera de los granos de arroz, lo que también hace que se cree un almidón resistente. Este almidón resistente no se digiere de manera tan fácil como el almidón normal, que pasa enseguida a nuestro cuerpo en forma de azúcares, por lo que logramos nuestro objetivo: reducir el número de calorías de manera significativa.
Lo bueno es que estamos hablando de arroz, pero este truco también sería aplicable a la pasta o a los guisos con patata. Basta con incluir un poco de aceite en la elaboración y dejar que el frigorífico haga su labor. Otro aspecto bueno es que nunca más nos volveremos a sentir culpables por disfrutar de un plato de paella sobrante del domingo o de unos espaguetis con tomate que hayan pasado un par de días refrigerados. Y mira que los italianos nos llevaban diciendo toda la vida que nada de recalentar la pasta y que lo de añadir un poco de aceite al cocerla era un pecado capital...