ADIÓS ARRUGAS
El envejecimiento por tracción es una consecuencia de una rutina de cuidado facial mal aplicada, concretamente, de aplicar los cosméticos con demasiada presión. Te explicamos cómo evitarlo para que tu piel se vea siempre fresca y firme. ¡Sí, es posible prevenir las arrugas!
Seguro que nunca habías oído hablar del envejecimiento por tracción, ¿verdad? Pues resulta que es una forma de envejecer a la que todas hemos contribuido, ¡sin darnos cuenta! No tiene que ver con el paso del tiempo, sino con algunos hábitos que, sin saberlo, aceleran la aparición de arrugas. Aunque suene a algo nuevo, el envejecimiento por tracción está relacionado con una acción que muchas de nosotras hacemos a diario: aplicar mal nuestros cosméticos.
Si alguna vez has notado que al ponerte tus cremas se forman arrugas por la presión en la piel, es posible que estés favoreciendo la aparición de lo que los expertos llaman arrugas dinámicas. Pero no te preocupes, con unos pequeños ajustes en tu rutina de cuidado facial puedes prevenirlas y mantener tu piel más joven y saludable.
Según Lara González, cosmetóloga de Byoode, "el envejecimiento por tracción ocurre cuando aplicamos los cosméticos con demasiada presión". Cuando llevamos a cabo nuestra rutina diaria, "no solo estamos aplicando el producto sobre la piel, sino que movemos los músculos y generamos gestos que, con el tiempo, contribuyen a la formación de arrugas", añade.
¿Qué tipo de signos pueden aparecer? Especialmente, "arrugas y finas líneas", según Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8. En resumen, si al ponerte tu crema notas que estás forzando la piel o creando pequeños pliegues en zonas como las mejillas o los ojos, es señal de que podrías estar aplicando demasiada presión.
Raquel González, directora técnica de Perricone MD, explica que estas arrugas producidas por el gesto son conocidas como "arrugas dinámicas" y, aunque desaparecen cuando dejamos de hacerlo, si los movimientos se repiten a lo largo del tiempo, las arrugas pueden volverse estáticas, es decir, permanentes.
La prevención del envejecimiento por tracción es mucho más fácil de lo que parece. La clave está en la manera en que aplicamos nuestros productos de belleza. Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza, recomienda aplicar los cosméticos de manera suave y sin presionar: "debemos aplicar los productos sobre la piel de manera que la recorramos, intentando no mover ésta ni el músculo que la sostiene".
La mejor forma de aplicarlos es sellándolos con ligeras presiones, "evitando desplazarlos en círculos, como solemos hacer. De este modo, evitaremos el movimiento de la piel del rostro", añade Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour. Esto ayuda a que los activos penetren sin causar tensión en el rostro, lo que reduce el riesgo de generar arrugas por tracción.
Además de tener en cuenta la aplicación de los productos, es fundamental elegir aquellos que favorezcan la firmeza y la hidratación de la piel, ya que el paso del tiempo también influye en la aparición de arrugas. Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari, pone énfasis en elegir productos con capacidad regeneradora.
"Con vistas a envejecer con un aspecto sano, conviene aplicar sobre la piel productos que potencien la firmeza, la luminosidad y la hidratación del tejido", apunta Reverte. En este sentido, será muy beneficioso incluir en nuestras rutinas productos que contengan "retinal, vitamina C, ácido hialurónico, ácidos exfoliantes y péptidos", señala Nieto.
Como recomendación final, pero no por ello menos importante, no puedes olvidarte de usar a diario un protector solar con SPF. Estoy ayudará a prevenir daños ocasionados por el sol, que pueden acelerar la aparición de arrugas.