CADA UNO SU FUNCIÓN
En una cena formal, diferenciar los distintos tipos de tenedores y utilizarlos correctamente es clave para mostrar buenos modales y disfrutar al máximo de la experiencia culinaria.
En la mesa, cada tenedor tiene un propósito específico que facilita degustar los diferentes platos del menú. Conocerlos es esencial para desenvolverse con naturalidad en eventos formales.
El tenedor de mesa, el más común y fácil de identificar, es grande y de dientes largos. Está diseñado para platos principales como carnes y suele colocarse a la izquierda del plato.
Para las ensaladas y aperitivos fríos, se utiliza el tenedor de ensalada, de menor tamaño que el anterior y situado también a la izquierda del plato.
El tenedor de pescado, por su parte, tiene una estructura más plana y dientes cortos. Su diseño permite separar la carne del pescado sin romperla, aportando comodidad y precisión.
En el caso de los mariscos, encontramos el tenedor de mariscos, un utensilio fino y con solo dos dientes. Es perfecto para extraer la carne de las conchas y otras partes del marisco con facilidad.
Finalmente, está el tenedor de postre, el más pequeño de todos, empleado para degustar dulces y otros finales del menú. Su ubicación puede variar, colocándose sobre el plato o al lado dependiendo del protocolo.
Dominar el uso de cada tenedor no solo evita errores en etiqueta, sino que demuestra un dominio de las normas que hará destacar tu presencia en cualquier evento formal.