MENOS ES MÁS
Los cosméticos son unos grandes aliados para mantener nuestra piel sana, pero puede llegar un momento en el que el uso de estos productos se puede convertir en una adicción: la cosmeticorexia. En este artículo te contamos qué es y qué puedes hacer para evitarla.
La moda, las redes sociales y la presión social provocan, en muchas ocasiones, que en nuestra sociedad impere un tipo de cuerpo determinado -sobre todo, joven, delgado y guapo-, y que muchas personas con inseguridades les afecte negativamente.
Querer parecerse a la mayoría de modelos, actores, actrices e influencers que aparecen en nuestras pantallas puede comportar una serie de inconvenientes, que pueden acabar siendo problemas graves de salud.
En este artículo os vamos a hablar de una obsesión que padecen algunas personas y que, de entrada, puede parecer banal. Se trata de la cosmeticorexia.
¿Qué es la cosmeticorexia?
La cosmeticorexia es, simple y llanamente, estar enganchado a las cremas cosméticas. Es un trastorno que sufren las personas que compran compulsivamente estos productos y se los aplican constantemente para no perder la piel radiante, joven y sin arrugas, que ellas creen que deben tener para gustar a los demás.
¿Cómo saber si puedes estar padeciendo cosmeticorexia?
Un primer indicador es la compra excesiva de productos cosméticos, de cualquier tipo y para cualquier parte del cuerpo. Tantos, que se acumulan y a veces no se llegan a utilizar todos, ya que solo se adquieren por simple placer.
Otro punto es que las personas cosmeticoréxicas se aplican los cosméticos a la vez y en dosis excesivas. Como en todo, el exceso no es bueno para la piel y tanto producto acaba por provocar el efecto contrario a lo que se busca. Recuerda: "menos es más".
Consejos para no dañar la piel
Es importante seguir los pasos de cada marca a la hora de ponerse los cosméticos, ya que cada vez hay productos más concretos: antiedad, hidratantes, para las bolsas de los ojos, exfoliantes, sérums…
Si dudas sobre si te has puesto la dosis correcta, los expertos recomiendan ponerse una cantidad pequeña, aunque lo mejor es seguir las instrucciones de aplicación del fabricante.
De la misma manera, es importante valorar los consejos de los profesionales, ya que te dirán cuáles son los productos que más te convienen según el tipo de piel y edad para obtener los mejores resultados.
Como hemos comentado anteriormente, ahora existen cosméticos muy específicos. Una alternativa es comprar aquellos productos que pueden servir para varias partes del cuerpo y tienen múltiples propiedades. De esta manera, en primer lugar, permitirá ahorrar un poco de dinero y, en segundo lugar, no será necesario aplicar tantos potingues al día.
¿Cómo evitar la cosmeticorexia?
Lo primero que hay que tener en cuenta es no querer parecerse a nadie (cada persona es distinta, con un cuerpo distinto) y esquivar las modas, las tendencias y los ideales de belleza.
Sí, en muchas ocasiones, decirlo -y escribirlo- es más fácil que hacerlo. Por eso, si ves que el problema te supera y te es difícil encontrar una solución, entonces lo que tienes que hacer es acudir a un profesional, a un psicólogo, que te aconsejará y te ayudará. Si el problema se afronta pronto, más rápidamente estarás mejor contigo misma y mejorará tu salud, tanto física como mental.