Día Mundial del Chocolate 2021
¿Te encanta el chocolate, pero tienes miedo de consumirlo porque puede ser malo para tu salud? La buena noticia es que hay una gran cantidad de mitos alrededor de este alimento, por eso hoy te ayudaremos a descubrir qué es mentira y qué es verdad sobre ellos.
El chocolate es uno de esos alimentos que es amando por prácticamente todo el mundo. El romance de la humanidad con este ingrediente es milenario, por eso ha sido la inspiración de una gran cantidad de postres dulces y también de preparaciones saladas. Su sabor ha conquistado a muchos y su consumo es tan extendido que incluso se ha ganado un día en el calendario, el 13 de septiembre, cuando se celebra el Día Internacional del Chocolate.
Mitos y verdades sobre el chocolate
El chocolate es uno de esos ingredientes que hace años tenía un gran estigma, es por eso que existen una gran cantidad de mitos a su alrededor. Y hoy queremos desmentirlos todos.
El chocolate provoca acné
Probablemente uno de los mitos más extendidos sobre este alimento, pero es totalmente falso. De hecho, hasta la fecha no hay ningún estudio que demuestre que algún tipo de comida en concreto afecte la aparición de granos. Este problema cutáneo está más relacionado con factores como la herencia, desordenes hormonales, ciclos menstruales, la toma de medicamentos, el uso de ciertos productos cosméticos o el exceso de humedad o calor.
El chocolate afecta a la tensión
También falso. El cacao contiene flavonoides que son beneficiosos para el corazón y la presión arterial. Para obtener sus beneficios tienes que comerlo en moderación y asegurarte de que sea un chocolate 70% cacao.
El chocolate engorda
En realidad, lo único que no tiene calorías es el agua. Un consumo excesivo de chocolate con azúcares añadidos, grasa, etc., es perjudicial para tu peso. Pero si se consume con moderación puede ser en realidad beneficioso y no aporta calorías excesivas a tu cuerpo.
Comer chocolate provoca caries
Aunque en un principio se creía que el chocolate provocaba caries, en realidad estudios recientes han demostrado que ayuda a retrasar la acumulación de placa porque tiene componentes como el flúor. De igual forma, nunca dejes de lado una buena higiene bucal.
El chocolate es antidepresivo
Tristemente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha avalado al chocolate como un antidepresivo, aunque sabemos que sus componentes estimulan la serotonina, también llamada la ‘hormona de la felicidad’.
El chocolate genera adicción
Aunque el consumo de chocolate produce bienestar fisiológico no llega al punto de la adicción. Se podría considerar más como un vicio o un ‘placer culposo’, pero nunca llegará al punto de otras sustancias que sí producen comportamientos adictivos.
Lo importante es recordar que todo en exceso es nocivo para el cuerpo, pero en cantidades correctas puede dar beneficios para la salud. Si vas a consumir chocolate procura que no tenga azucares ni otros ingredientes añadidos y que sea mínimo de 70% cacao.
Origen del chocolate
Si eres amante del chocolate seguro te parecerá interesante su origen hoy, Día Mundial del Chocolate. Según la leyenda, el chocolate tuvo su origen en México, después de que el dios Quetzalcoatl regaló el árbol de cacao a los hombres. Años después este árbol fue bautizado con el nombre científico Theobroma Cacao, que en griego significa ‘alimento de los dioses’.
Sin embargo, un estudio publicado recientemente en el diario Nature Ecology & Evolution asegura que en realidad este árbol apareció por primera vez al norte del Amazonas, en la región sudamericana, hace más de 5300 años. Esto significaría que el consumo de cacao comenzó mucho antes de que los mayas y las culturas mesoamericanas se beneficiaran de su fruto, hace más de 3900 años.
Aunque el árbol de cacao existiera mucho antes, sin duda, los mayas convirtieron su consumo en una forma de arte, que incluso nos alcanza hoy en día. De igual forma, la palabra ‘chocolate’ proviene de la lengua náhuatl (Azteca) y según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) se traduce como xocoatl, de xoco 'amargo' y atl 'agua', es decir, agua amarga. Aunque su etimología es ampliamente discutida.