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El escándalo de las transfusiones con sangre contaminada: 30.000 contagios por Hepatitis y VIH en Reino Unido

Las transfusiones de sangre contaminada que se produjeron durante décadas habrían dejado 3.000 víctimas mortales.

Análisis de sangrePixabay

Reino Unido habría encubierto entre 1970 y 1991 un escándalo relacionado con las transfusiones de sangre que se prolongó durante décadas, y que habría provocado que más de 30.000 personas contrajeran infecciones como el VIH y la Hepatitis B y C. De estas cerca de 3.000 ya habrían fallecido. Así lo ha desvelado una investigación encabezada por el antiguo juez Brian Langstaff que se ha prolongado durante cinco años, y cuyas primeras conclusiones fueron publicadas este lunes.

Habrían sido dos grupos los que se habrían visto afectados principalmente: las personas con hemofilia y problemas de coagulación, y aquellas que recibieron transfusiones ya fuera durante tratamientos médicos, tras sufrir accidentes o después de dar a luz.

Fue la introducción de un nuevo tratamiento contra la hemofilia en los años 70, que precisaba de gran cantidad de reservas sanguíneas, uno de los detonantes de ese desastre sanitario. El Servicio Nacional de Salud (National Health Service) optó por recurrir a donantes pertenecientes a 'grupos de riesgo' tanto del propio país, como de Estados Unidos. Dentro de estos grupos se encontraban drogadictos, trabajadores sexuales y presidiarios, que a cambio recibían un pago por su sangre.

Pese a considerarse que esta sangre podría estar encontraba contaminada por el VIH, Hepatitis B, y C, y enfermedades virales crónicas, el servicio sanitario optó por no realizar los análisis recomendados para controlar su estado.

El grupo de trabajo conocido como 'Investigación de Sangre Infectada' ha concluido que las infecciones y muertes de pacientes no fueron un "accidente", y de hecho podrían "haberse evitado mayoritariamente". Afirma que tanto el personal médico, como el gobierno británico, habrían sido conscientes de esta situación que se venía dando desde los orígenes del Servicio Nacional de Salud (NHS) en 1948.

"Este desastre no fue un accidente. Las infecciones se produjeron porque las autoridades, médicos, centros de transfusión y los sucesivos gobiernos, no dieron prioridad a la seguridad de los pacientes", ha denunciado Langstaff.

El gobierno británico pide disculpas

Tras salir a la luz las primeras conclusiones definitivas, el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha optado por pedir disculpas en el Parlamento. Sunak comenzó su intervención aseverando: "Hoy es un día de vergüenza para el Estado británico". De igual manera, se ha referido al escándalo como "un fracaso moral de décadas en el centro de nuestra vida nacional".

"Desde el National Health Service al funcionariado, a los ministros en sucesivos gobiernos, a todos los niveles la gente y las instituciones en quienes depositamos nuestra confianza fallaron de la forma más horrorosa y devastadora", reconoció el jefe del Gobierno conservador.

A raíz de la publicación en julio de 2022 y abril de 2023 de dos informes provisionales por parte de grupo de trabajo, donde se recomendaba al Gobierno británico indemnizar a los afectados, el ejecutivo inició los pagos de hasta 100.000 libras a unos 4.000 supervivientes y sus familiares. Estas compensaciones ahora se podrían multiplicar.

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