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El duro testimonio de dos jóvenes españoles cuyo padre está atrapado en Gaza: "Lo trasladaron escondido en una ambulancia"

María y Ángel nacieron en Mérida, aunque tienen familia en Gaza. Su padre se trasladó a la Franja dos días antes de que comenzasen las hostilidades con Israel y en los últimos días tuvo que ser desplazado del norte al sur para luchar por su vida.

La Franja de Gaza continúa sitiada. Todo el territorio, que se extiende a lo largo de 365 kilómetros cuadrados, está cercado. Eso hace que no sea posible la entrada y salida de civiles, ni tampoco la ayuda humanitaria. Una situación dramática para todos los que se encuentran en la zona desde que Hamás inició la ofensiva sobre territorio israelí el pasado 7 de octubre, hecho por el que las autoridades del país declararon el estado de guerra. Es lo que está viviendo el padre de María y Ángel, un hombre español de origen gazatí que viajó a Gaza dos días antes de que estallase la escalada de violencia.

Fue a ver a su hermana, la cual se encontraba enferma. Sin embargo, su visita cambió radicalmente cuando las fuerzas israelíes invadieron Gaza en respuesta a la ofensiva de Hamás. "Empieza la guerra, cierran fronteras y no puede entrar ni salir nadie, entonces ahora mismo se encuentra atrapado", cuenta su hija María.

Los jóvenes, nacidos en Mérida, intentan empatizar con lo que está viviendo su familia en el Próximo Oriente. Le cuesta imaginarse cómo está luchando por su vida su padre, ya que explican que fue trasladado a escondidas del norte al sur de la Franja después de que las autoridades israelíes ordenasen la evacuación de la población civil hace escasos días. "Se ha trasladado de un barrio que estaba en el norte y ha viajado hasta el sur, para estar más cerca de la frontera, por si en algún momento deciden abrirla", continúa María.

Se trasladó del norte al sur de Gaza escondido en una ambulancia

El trayecto a pie tiene de un punto a otro tiene una duración aproximada de 8 días. Sus hijos cuentan lo difícil que está siendo la estancia de su padre en Gaza: "lo han transportado escondido en una ambulancia porque parece ser que están respetando algo más las ambulancias con los heridos, pero aún así nadie le aseguraba que el viaje fuese a salir bien". La cuestión que muchas personas del entorno de Ángel y María se preguntan es la forma en la que están comunicándose con su padre. "El Internet allí va muy mal, a lo mejor de madrugada te llega un mensaje que ha mandado hace unas horas", dice la joven.

Desde que se trasladó al sur fue posible el intercambio de más mensajes. "Intento mandarle una foto de mi hija, su nieta, al final parece ser que se le descargó", explica María. "Me dice que la echa mucho de menos".

"Intento mandarle una foto de mi hija, su nieta, al final parece ser que se le descargó"

María, joven emeritense de procedencia gazatí

Pero eso no es suficiente para la familia. "Realmente nuestra lucha es que a todos nuestros familiares les salga todo bien", pide Ángel. Desean que por fin el paso de Rafah, la frontera que separa Gaza de Egipto, se abra. La población civil se encuentra sitiada en este territorio, están escuchando día a día bombardeos y además no disponen de los recursos básicos porque la entrada de comida y ayuda humanitaria resulta imposible. "Nos dice que está bien, que está refugiado, que hay algo menos de bombardeos que en el norte donde se encontraba", explica María.

El agua potable está cortada. "Me cuenta que solo hay agua salada", asegura. Por ello, están en una situación crítica. Muchos gazatíes que se encuentran fuera de su tierra sufren a diario el drama de sus compatriotas. Ángel y María son un claro reflejo de cómo es estar lejos de su familia. "Creo que ha tenido que ser muy duro", asegura.

Pese a que saben que la estancia de su padre está siendo una odisea, tienen la esperanza de que todo salga bien y que su padre pueda volver a España. Aunque creen que el regreso será también complicado. "Creo que lo va a pasar muy mal también, cuando empiece a asimilar todo", dice.

Los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza han dejado ya cerca de 3.000 fallecidos y casi 10.000 heridos. Ahmad es otro palestino que reside en España. Cuenta que no sabe nada de sus padres y de sus siete hermanos desde el pasado 13 de octubre. "Estoy mirando todo el día las noticias para ver dónde han caído las bombas. Es la única forma de saber si están vivos o muertos", relata.

Asegura que vive todo de una manera muy "diferente" desde fuera de Gaza. Pero sabe que no hay refugios ni ningún sitio seguro en todo el territorio. El ataque a un hospital de Al Shifa es un reflejo de ello. Se desconoce por el momento quiénes están detrás de los bombardeos que dejaron sin vida a más de 500 personas durante la madrugada del miércoles. Los explosivos retumbaron sobre los jardines del centro sanitario en el que estaban siendo atendidos miles de personas. Es el dolor de un pueblo que está sometido a los ataques diarios.

250 españoles atrapados en Gaza

"Hay bastantes españoles más, y seguimos luchando para que puedan salir porque están atrapados", cuenta con anhelo María.

Se calcula que hay en torno a unos 250 españoles solicitando el rescate en Gaza, aunque por el momento Exteriores evita confirmar si hay gestiones en marcha para solicitar la salida de extranjeros. Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones, condenaba este martes en una rueda de prensa la masacre en Gaza y anunciaba que Iván Garramendi, uno de los españoles desaparecidos desde el 7 de octubre, ha sido secuestrado por las milicias de Hamás.