LOS EXPERTOS RESPONDEN
Carles Puigdemont ocupa el primer puesto de su lista, la de JuntsxCAT. Por lo tanto, parece claro que será elegido diputado. La pregunta es qué sucederá después. El reglamento del Parlament permite delegar en un representante la recogida del acta de diputado o, incluso, la jura o promesa de la Constitución y el Estatut.
Así que los trámites inmediatos no serán un problema para el expresidente. El dilema surge a partir de entonces. Los expertos dicen que, aunque consiga el acta, lo que no puede hacer desde Bruselas es votar.
Su partido necesita su presencia en la sesión de investidura, tanto si se postula como candidato como si no. Un resultado electoral ajustado precisaría de su voto y los de los de los exconsellers fugados, que solo podrían ejercerlo ocupando físicamente su escaño.
Será entonces cuando Puigdemont deba elegir entre los intereses de su partido y los suyos propios. De renunciar a su acta, Puigdemont perdería también su sueldo como diputado. El de expresident -que asciende a más de 100.000 euros anuales- ya lo ha rechazado.