Michelle Smith, un oficial de control animal, recibió una llamada que alertaba de un perro aullando. Cuando llegó al lugar, la oficial bajó un terraplén para encontrar a la perra, que estaba enredada entre unos arbustos. Pero cuando encontró a la perra se dio cuenta de que ésta tenía un amigo: un pequeño gatito que estaba siendo amamantando por la perra.
"Yo no sabía qué pensar," relató smith. "Estaba impactada y sorprendida". "Creo que hubiera sido fácil para la perra caminar por la colina," dijo Smith. "Pero no quería dejar al gatito solo".
La perra y el gatito fueron llevados a un refugio del Condado de Anderson, donde permanecieron inseparables y el perro continuó haciéndose cargo del gatito como si fuera uno de los suyos. Finalmente, la pareja fue llevada a un hogar de acogida.