Investigación

Los riesgos del aceite reutilizado: ¿Cuál es el mejor para freír y cuántas veces podemos usar el mismo?

En Y ahora Sonsoles hemos investigado los peligros que supone para la salud usar el mismo aceite para freír en varias ocasiones. Además, Luis Alberto Zamora ha resuelto las dudas acerca de cuántas veces se debe usar cada tipo de aceite y cuál es el mejor para freír.

Alimentos como las croquetas, patatas fritas, carnes o pescados forman parte de nuestra dieta y todos son susceptibles de cocinarse fritos. Es toda una tradición culinaria en nuestro país y el aceite ocupa un lugar imprescindible en nuestra cocina.

Cada español consume cada año alrededor de 11 kilos de aceite, pero... ¿Cuántas veces lo reutilizamos los españoles? Esta práctica influye en nuestra salud.

El aceite más consumido en España es el de girasol, porque es el más económico pero también el que tiene un punto de humo elevado. Al reutilizarlo hay diferencias con el que se usa por primera vez.

Donde se nota sobre todo es en el sabor así como en nuestro organismo, porque es menos saludable. Y es que a altas temperaturas los aceites se degradan y, como resultado, se producen sustancias que pueden llegar a ser tóxicas.

Hay enfermedades relacionadas a estas sustancias que son, por un lado, las del sistema nervioso, además de neurodegenerativas del tipo alzhéimer y párkinson.

Estas sustancias también puede tener actividad carcinogénica que pueden acabar incluso generando cáncer, además de enfermedades cardiovasculares o diabetes.

¿Cuántas veces se puede reutilizar el aceite?

Luis Alberto Zamora nos ha respondido a la duda de cuántas veces podemos reutilizar el aceite. En caso del de girasol, que es el más consumido, solo podemos reutilizarlo tres o cuatro veces antes de que empiece a degradarse.

El que más aguanta es el aceite de oliva, podemos utilizarlo no más de 10 ocasiones. También es importante no dejarle que humee, porque eso significa que ya se está degradando.

Para que una fritura sea la correcta el aceite debe estar a una temperatura de entre 180 y 200 grados, lo que podemos comprobar con un termómetro o echando un trozo de pan. Si se fríe es que el aceite está perfecto.

Además, no todos los aceites sirven para freír. Es el caso, por ejemplo, del aceite de oliva virgen extra, que empieza a humear a los 160 grados, por tanto no alcanza la temperatura óptima para la fritura sin degradarse. Por tanto, no debe usarse este aceite para freír.

Aguanta mucho mejor el aceite virgen o el aceite de oliva. También es importante filtrar el aceite antes de volver a reutilizarlo.