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Cuando ser zurdo era un estigma: “Me ataban las manos para que escribiera con la derecha”

Durante años, escribir con la mano izquierda fue motivo de corrección, castigo y vergüenza. El recuerdo de quienes crecieron en esa época revela una realidad educativa y social que hoy resulta impensable, pero que marcó a toda una generación.

Durante décadas, ser zurdo estuvo socialmente mal visto y se consideró un defecto que había que corregir. En colegios y hogares, muchos niños fueron obligados a cambiar de mano para escribir, en una época en la que la zurdera se asociaba erróneamente con mala educación o falta de disciplina.

"Me ataban las manos a la silla para que escribiera con la derecha", recuerdan hoy algunos adultos que vivieron esa experiencia. Castigos, reprimendas y métodos coercitivos formaban parte de una normalidad aceptada entonces. "La izquierda no estaba bien vista", señala nuestro invitado.

Como él, nuestra colaboradora María Manjavacas también sufrió el estigma de ser zurda. En el colegio trataron de corregirla y, desde entonces, tiene problemas para distinguir derecha e izquierda. "Te quedan taras, por eso me costó tanto sacarme el carnet de conducir", advierte.

Con el paso del tiempo, la ciencia y la educación han desmontado estos prejuicios. Hoy se reconoce la zurdera como una característica natural y se promueve el respeto a la diversidad, aunque el testimonio de quienes sufrieron aquella discriminación sirve para no olvidar una etapa en la que ser zurdo fue, injustamente, un estigma. ¡Dale al play!