¿MITO O REALIDAD?
Muchas mujeres aseguran que durante el embarazo o después de dar a luz necesitan una talla más de calzado. ¿Es una sensación o es cierto que los pies crecen? Descubre la verdad de la mano de una matrona, en este artículo.
¿Has escuchado alguna vez que el tamaño de tus pies cambia durante el embarazo, aumentando una o dos tallas? Se trata del fenómeno conocido como "pies de embarazada" y, aunque puede parecer un mito, es real. ¿Y es esto algo temporal, o el tamaño del pie puede cambiar de forma permanente después del embarazo? La respuesta es que depende... te lo cuento todo en este artículo.
La mayoría de mujeres embarazadas sufren en mayor o menor medida un aumento en el volumen de líquidos en las extremidades inferiores, principalmente en el tercer trimestre, debido a los cambios en la circulación y al aumento de presión del útero sobre los vasos sanguíneos.
Esto es algo que tras el parto cambiará, y esa hinchazón que parecía permanente durante el embarazo, volverá poco a poco a su estado habitual.
Debido al cambio del eje de gravedad del cuerpo por el crecimiento del útero, la mujer cambia su forma de caminar. Las investigaciones dicen que la combinación entre este cambio, sumado al aumento de la hormona relaxina (hormona encargada de relajar los ligamentos del cuerpo para permitir el paso del bebé a través de la pelvis), y el incremento en el peso corporal, puede llevar a que el puente del pie se alargue, se ensanche y caiga.
Esto se va a traducir no sólo en un cambio en la forma del pie y la pisada, sino también en un aumento de su tamaño y la talla de calzado.
Los estudios nos dicen que la combinación del edema en las extremidades inferiores y la caída en el puente de pie, da explicación a que algunas embarazadas experimenten un crecimiento en el tamaño del pie que puede llevar incluso a 1 o 2 tallas superiores en el calzado.
¿Y esto vuelve a la normalidad después del embarazo? Pues depende. La caída en el puente del pie es difícil que vuelva a su posición previa al embarazo, por lo que este sería el motivo de un cambio permanente en el tamaño del pie.
Por supuesto que no todas las mujeres experimentan este cambio permanente, y sólo un 40% de ellas notarían un cambio significativo en la forma y tamaño de sus pies en el embarazo.
Para abordar la hinchazón en los miembros inferiores, es indispensable llevar una dieta adecuada, rica en vegetales, frutas y agua, evitando todos los alimentos ultraprocesados e inflamatorios.
Además, el ejercicio físico de forma regular durante todo el embarazo ayudará a mantener la circulación activa y a reducir esa sensación de hinchazón y pesadez. A veces también puede ser necesario el uso de medias compresivas, sobre todo en mujeres que por motivos laborales pasan mucho tiempo sentadas o de pie, lo que dificulta el retorno venoso y empeora el edema.
Elegir bien el tipo de calzado, es también muy importante. El 70% de la población usamos un calzado inadecuado o de talla incorrecta. Especialmente en el embarazo, donde experimentamos tantos cambios, debemos usar un calzado cómodo, que respete la forma del pie y no comprima los dedos, permitiendo así expandirse y no limitando el espacio en caso de hinchazón.