HIDRATACIÓN
Cuando el calor aprieta a todos nos da sed. ¿Qué podemos ofrecer a los niños para beber?
Creo que no tenemos ninguna duda de que el agua es la mejor bebida para hidratarse, tanto para niños como para adultos. ¿Cuánta es la cantidad “recomendable” para un niño al día? ¿Es cierto lo de los 8 vasos al día? La cantidad de líquido que tiene que tomar un niño depende de muchos factores: no es lo mismo en función de la edad, la actividad o la temperatura a la que nos encontremos; ni qué decir tiene que todos bebemos mucho más en verano que en invierno.
¿A los bebés le tenemos que ofrecer agua?
En principio no en sus primeros 6 meses. Ten en cuenta que los niños que toman lactancia materna, si tienen sed, le pedirán el pecho a su madre más frecuentemente. Y en los niños que toman leche de fórmula, la leche se prepara añadiendo agua al polvo. Es por esto que, se alimente con lo que se alimente un bebé, en los primeros 6 meses lo tenemos perfectamente hidratado con su leche a demanda.
A partir de los 6 meses que los bebés ya comienzan con la alimentación complementaria ofreceremos agua en sorbitos. A un niño sano, que tienen los mecanismos reguladores de la sed que funcionan correctamente, no hay que forzarlo a beber, ofreceremos sin forzar.
¿Qué tipo de agua le ofrecemos? ¿Embotellada o del grifo?
En el fondo, cualquier agua que le des a tu hijo es válida. Pero el agua del grifo es igual de segura, mucho más barata y no genera el residuo de los envases del agua embotellada. Ojo a las nuevas “aguas” con sabores que se venden desde hace un tiempo, lee la etiqueta porque suelen ser bebidas azucaradas.
¿Tenemos otras opciones? ¿Qué hay de las bebidas isotónicas?
Está claro que lo más refrescante e hidratante es el agua, pero un vaso de leche fresca puede ser también algo apetecible para calmar la sed de los niños. Recuerda que lo mejor, en caso de ofrecer lácteos, es que sea leche sin preparados de cacao ni nada añadido, por el mayor contenido de azúcar que habitualmente tienen estos preparados. Lo mismo te decimos con respecto a las bebidas vegetales para aquellos niños que no toman leche. Son una buena opción ahora fresquitas en verano, pero busca que sea sin azúcares añadidos. Ya sabes, lo mejor es leer la etiqueta antes de comprarlas para no fallar.
Con respecto a las bebidas isotópicas para deportistas las podríamos incluir en el mismo saco que cualquier otra bebida azucarada. Su consumo no es lo más recomendable en los niños por su alto contenido en azúcar. Las podría tomar un niño, pero de manera muy ocasional y sabiendo que es una bebida azucarada sin ninguna propiedad especial. Ye hamos visto en otras ocasiones la relación de las bebidas azucaradas con problemas tan frecuentes en nuestros niños como el exceso de peso, la caries o la diabetes.
Si nos vamos a otra bebida de consumo habitual entre los más pequeños, tenemos los zumos. Te recordamos que, aunque exprimas las naranjas con mucho amor, el zumo recién exprimido no es mejor que un zumo industrial. Ambas se consideran bebidas azucaradas y su consumo debe ser ocasional en los niños. ¿Cuánto de ocasional?
1. En niños menores de un año habría que evitar su consumo.
2. Entre 1 y 3 años no se debería superar un vaso de 120 ml al día.
3. De 4 a 6 años, un máximo de 180 ml al día.
4. En mayores de 7 años máximo 240 ml al día.
¿Lo mejor? La fruta entera y a bocados, así no se quedará la fibra en el exprimidor y el niño se saciará también por el hecho de la masticación.
Bebidas a base de verduras trituradas, como gazpacho o salmorejo son una opción. Son simplemente eso, verduras trituradas, que no sólo hidratan al niño, sino que contribuyen a que los niños coman hortalizas de una manera más apetecible para ellos.
Conclusión, para la sed, lo mejor, el agua bien fresquita, tanto para ti, como para los pequeños de la casa. ¡Y disfrutad del verano!