COMO NUEVAS
Si estás cansada de que tus sábanas se estropeen con cada lavado y que no tengan un tacto suave, te presentamos un truco infalible para que eso no ocurra. Es muy sencillo y necesitarás dos productos muy fáciles de conseguir.
Con el continuo lavado de la ropa sentimos que el tejido se deteriora y parece que pierden calidad. Nos gustaría que siempre se mantuviesen tan impecables como cuando las acabamos de comprar. Esto ocurre especialmente con las sábanas, que si tienen un tacto un poco áspero podría llegar a molestarnos a la hora de dormir.
Pero a continuación te vamos a presentar un truco que te permitirá sentir que estrenas sábanas limpias cada día. Es muy sencillo y los utensilios que necesitarás son muy fáciles de conseguir: media taza de bicarbonato de sodio y otra media taza de vinagre blanco.
En primer lugar, echa la media taza de bicarbonato en la lavadora antes de meter las sábanas. Después, introduce las sábanas en el interior, echa detergente y en el lugar donde iría el suavizante, incorpora media taza de vinagre blanco.
Puede que estés pensando que con el vinagre las sábanas podrían coger este olor, pero no será así.
Sin embargo, si el trabajo o el poco tiempo que pasas en tu casa no te permite realizar estos pasos, existe otra opción que podrás llevar a cabo. Se trata de un truco que utilizan en Holanda. Al levantarte, quita el edredón y las sábanas de la cama y ponlas en el tendal para que se ventilen durante todo el día.
De esta manera, podrás mantener las sábanas limpias y recuperar el aspecto y el tacto de las sábanas recién compradas.