UN TIPO DE CÁNCER
Silvio Berlusconi ha fallecido a los 86 años de edad, dos meses después de que se diera a conocer públicamente su diagnóstico de leucemia mielítica crónica. En este artículo te explicamos los síntomas, causas y tratamientos de este tipo de cáncer de sangre.
A principios de abril de este 2023, desde el hospital San Raffaele de Milán confirmaron que Silvio Berlusconi había sido ingresado por una pulmonía agravada por una "leucemia mielomonocítica crónica". Dos meses después, el magnate de los medios de comunicación y político italiano ha fallecido a los 86 años de edad, tras volver a este hospital, supuestamente, a hacerse unas "pruebas programadas".
A continuación explicaremos de qué se trata esta enfermedad que complicó los problemas de salud del 4 veces primer ministro italiano.
La leucemia crónica es un tipo de cáncer de sangre que afecta a las células sanguíneas (hematopoyéticas) y la médula ósea. A diferencia de la leucemia aguda, la leucemia crónica progresa lentamente y puede no presentar síntomas notorios en las etapas iniciales.
A medida que la enfermedad avanza, en vez de autodestruirse, las células cancerosas se acumulan en la sangre y la médula ósea, lo que puede afectar la producción de células sanas y debilitar el sistema inmunológico del cuerpo.
Existen dos formas principales de leucemia crónica en función del tipo de células hematopoyéticas que proliferen:
En el caso del político italiano, padecía un tipo de leucemia crónica poco común, la leucemia mielomonocítica crónica (CMML, por sus siglas en inglés), que, como indican en este texto de The Leukemia & Lymphoma Society (LLS), presenta características de dos tipos de cáncer de la sangre llamados síndromes mielodisplásicos y neoplasias mieloproliferativas. En los primeros, las células sanguíneas inmaduras en la médula ósea no maduran para transformarse en células sanguíneas sanas. Y las segundas, la médula ósea produce demasiados glóbulos rojos, plaquetas o ciertos tipos de glóbulos blancos.
Las leucemias "se producen generalmente como consecuencia de alteraciones en el material genético (ADN) de las células madre o progenitoras de la médula ósea, que son aquellas capaces de generar todos los tipos de células sanguíneas del organismo", explican en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Aunque no se ha identificado una causa concreta para que estas células terminen desarrollando leucemias, sí se han identificado factores de riesgo que pueden incrementar la probabilidad -aunque no de forma directa- de que una persona acabe padeciendo esta enfermedad:
Como hemos indicado al inicio del artículo, en las etapas iniciales, la leucemia crónica puede no presentar síntomas notorios. A medida que la enfermedad avanza, los síntomas comunes pueden incluir:
Como alertan desde la AECC, muchos de estos síntomas son inespecíficos y pueden ser confundidos con otras enfermedades o con procesos benignos, por eso es primordial pedir la valoración de un profesional sanitario para acertar con el diagnóstico.
El diagnóstico de la leucemia crónica generalmente implica una combinación de pruebas, que pueden incluir análisis de sangre, biopsia de médula ósea y pruebas genéticas. Una vez confirmado el diagnóstico, el médico determinará el estadio y la progresión de la enfermedad para desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
El tratamiento de la leucemia crónica puede variar según el tipo y la etapa de la enfermedad, así como la salud general del paciente. Según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, las opciones de tratamiento pueden incluir: