CUÁNDO ES NECESARIO
¿Por qué hay que hacerse el masaje perineal durante el embarazo? ¿Hay que hacerlo todos los días? ¿Sirve realmente para algo? Todas las respuestas en este artículo.
El masaje perineal es una técnica sencilla que se realiza a partir de las 32 semanas de embarazo con el objetivo de mejorar los tejidos del suelo pélvico y así mejorar el bienestar de la madre, disminuir lesiones durante el parto, y favorecer la recuperación posterior.
El masaje perineal es una técnica que, una vez aprendida, podemos hacer en casa y que nos ayudará a:
Puedes aprender a hacer el masaje perineal con tu matrona. En una sesión, ella te enseñará los movimientos a realizar y luego podrás repetirlo en casa.
La evidencia nos dice que los resultados son buenos si se realiza 2 veces a la semana.
Durante el masaje, es importante trabajar en dos tiempos. Primero la parte más externa, donde trabajaremos los tejidos más superficiales, para después dar paso al masaje de la musculatura más profunda. El objetivo será principalmente relajar, eliminar tensiones y aportar elasticidad.
El masaje no tiene que ser doloroso ni prolongarse por un largo periodo de tiempo.
Para hacerlo sólo necesitamos tener las manos limpias, haber vaciado la vejiga, buscar una posición cómoda y usar un aceite de rosa de mosqueta (si está enriquecido con vitamina E, mejor). Podemos hacérnoslo a nosotras mismas utilizando un espejo, o puede ser nuestra pareja quien realice la técnica.
Recuerda que el primer objetivo será aumentar tu propiocepción, conocer tu vulva y eliminar tabús para poder estar más conectada con tu cuerpo el día del parto.
Es importante que tengamos esto en cuenta. La episiotomía es una intervención indicada exclusivamente cuando hay un parto instrumentado con fórceps o espátulas, o cuando sospechamos de una pérdida de bienestar fetal y se necesita que el bebé nazca inmediatamente.
Por lo tanto, hacer un masaje perineal que permita mejorar el estado de los tejidos no va a evitar que sea necesario usar esta técnica si se da una de estas dos situaciones. Por supuesto, en el caso de que sea necesario, siempre debe realizarse tras información y consentimiento previo.
La episiotomía sólo puede ser prevenida con buenas prácticas, favoreciendo el movimiento libre de la mujer, teniendo paciencia, respetando los tiempos y manteniendo las tijeras lejos.