SALUD SEXUAL
Se habla mucho del suelo pélvico tras el parto, pero lo cierto es que es importante cuidarlo incluso cuando no se tienen hijos. Como matrona, te doy algunos consejos para cuidar esta parte del cuerpo tan esencial para las mujeres.
El suelo pélvico es la musculatura que se sitúa en la parte inferior de nuestra pelvis y que da sostén a nuestros órganos pélvicos y abdominales (vejiga, útero, intestinos, recto…). Tiene funciones muy importantes en nuestra vida, como asegurar la continencia de orina y de heces, dar estabilidad a nuestro cuerpo o intervenir en nuestra salud sexual.
Pero hay muchos factores en nuestro día a día que desconocemos y que podrían dañar nuestro suelo pélvico. Es importante conocerlos e identificarlos, bien para prevenir o bien, para abordar cuanto antes.
El suelo pélvico puede manifestar que necesita que lo revises y lo cuides de maneras muy diferentes:
1. Tienes dolor en el periné, en vagina, o a las relaciones sexuales.
2. Tienes una lumbalgia que no termina de mejorar.
3. Tienes pérdidas de orina, gases o heces al estornudar, reírte, coger peso, saltar… ¡aunque sea mínimo!
4. Tienes infecciones de orina de repetición.
5. Los tampones o la copa menstrual se te mueven o se te caen.
6. Notas una sensación de peso o un bulto en la vagina
Lo ideal sería no esperar a este momento, sino empezar a cuidarlo cuando está sano. Pero nunca es tarde y, cuanto antes abordemos el problema, más fácil será reconducirlo.
Quiero que recuerdes que nunca es normal tener dolor en el suelo pélvico. Tampoco es normal que la orina se te escape, sea cuál sea la cantidad y la situación. Si esto pasa, por favor, no lo normalices. Ocuparnos de nuestro suelo pélvico será un factor determinante en nuestra calidad de vida… no sólo en este momento, sino a largo plazo.
No tengas miedo ni vergüenza de acudir a un profesional (matrona o fisioterapeuta especialista en suelo pélvico) para que revisen el estado de tu suelo pélvico. Lo más conveniente es que todas las mujeres hiciésemos una revisión para saber cómo está, y poder abordar si existe algún problema antes de que nos de señales. Incluso aprender a cuidarlo, saber cómo funciona en nuestro día a día, y conocer qué actuaciones nos ayudan a prevenir que se dañe.
Ten en cuenta que los factores de riesgo se van acumulando según pasan los años, así que ocuparse del suelo pélvico cuanto antes es la mejor opción… ¡Tenemos sólo uno y es para toda la vida!