DOLOR INTENSO
Existe la posibilidad de notar menos dolor durante las contracciones de parto si tomamos consciencia y aplicamos ciertas medidas. La última de ellas puede ser la epidural, pero antes tenemos otras opciones que son útiles para muchas mujeres.
Cuando nos enfrentamos al parto, tenemos que saber que tenemos un amplio abanico de medidas de confort para aliviar las contracciones. Es como tener una escalera de recursos que vamos a ir utilizando según avanza el parto y según la intensidad de las contracciones. En el último escalón, nos encontraríamos con la epidural, pero antes podemos ir usando otros métodos, en su mayoría no farmacológicos, que pueden ser suficientes para hacerte sentir bien en tu parto, para que puedas disfrutarlo, y que además, no tienen efectos secundarios.
Hay múltiples opciones y algunas de ellas son:
Las endorfinas son las hormonas del placer, nuestro opiáceo natural, y se liberan en grandes cantidades en el parto. Nuestro cerebro las libera junto a la oxitocina (hormona que provoca las contracciones), cuando la mujer se siente en un ambiente cálido, agradable, seguro y con intimidad. Por lo tanto, el primer recurso sería conseguir un ambiente cómodo y agradable para la mujer que está dando a luz.
Todos los partos necesitan movimiento para progresar mejor, pero a la vez ayudará a la mujer a percibir las contracciones como más llevaderas. No hay posiciones mejores que otras… y es que el propio dolor puede ser un gran aliado para orientar a la mujer cómo colocarse en cada momento. Lo más importante es que la mujer sienta la libertad para poder moverse y colocarse como su cuerpo le esté pidiendo.
Aplicar calor en la zona donde se reflejan las contracciones ayudará a relajar la musculatura y a disminuir el dolor. Puede aplicarse de diferentes maneras, por ejemplo con un saco de semillas o una bolsa de agua caliente.
La electroestimulación colocada en la zona lumbar puede ayudar a calmar las contracciones, sobre todo en las primeras fases del parto. El TENS será manejado por la propia mujer, aumentando la intensidad según lo necesite, por lo que además de reducir el dolor, le proporciona una sensación de control sobre su cuerpo y su parto.
Es otro de los recursos recomendados para aliviar el dolor. Se inyecta de forma intradérmica o subcutánea una cantidad muy pequeña de agua estéril, que puede disminuir el dolor lumbar incluso hasta 2 horas. El principal inconveniente es que, en el momento de la inyección, la mujer puede percibir una sensación de ardor muy intensa en la zona.
Darse una ducha o meterse en la bañera con agua caliente es uno de los recursos más utilizados durante el parto. Se relaciona con partos más cortos, menor uso de recursos farmacológicos y mejores experiencias de parto.
La mujer inhala el conocido "gas de la risa" durante la contracción. No atraviesa la placenta, por lo que no tiene ningún efecto sobre el feto.