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Un estudio confirma la coriza como un nuevo síntoma del virus.
Aunque la mayoría de restricciones derivadas de la Covid-19 ya han desaparecido, el virus aún está presente. Los expertos e investigadores especializados trabajan diariamente para indagar todo lo posible sobre un virus que provocó que, en marzo de 2020, el mundo se declarara en pandemia.
Es gracias a los estudios que se llevan a cabo que conocemos novedades sobre las enfermedades, hecho que nos permite avanzar en seguridad, fármacos y salud. Algo en lo que se ha hecho especial hincapié en el SARS-CoV-2 es la sintomatología, ya que ha variado. Ahora podemos hablar de una nueva patología: la coriza.
¿Qué es la coriza?
Se la conoce por este nombre, pero quizá te suene más por rinitis aguda, una inflamación de las mucosas nasales. Las personas que la padecen sufren episodios de constantes estornudos y secreción nasal. Generalmente, sienten que sus fosas están obstruidas y en algunos casos puede derivar en falta de olfato.
Aunque la tos, la secreción nasal y el malestar siguen siendo síntomas de lo más comunes, cada variante ha demostrado tener una afectación mayor o menor, contagiar más o menos o presentar alguna sintomatología nueva como la actual.
Coriza alérgica o infecciosa
Es importante saber que existen diferentes tipos de rinitis, ya que son muy fáciles de confundir. Por un lado, la rinitis alérgica, una consecuencia de la reacción del sistema inmunitario ante nuestras alergias. Sobre todo, la desarrollan las personas con alergia a las sustancias que se mueven por el aire como el polen.
Por otro lado, la llamada rinitis infecciosa o no alérgica, que suele ser consecuencia de una infección viral. Se estima que este problema puede durar algunos días y se detecta al descartar la variante alérgica. Esta es la que nos detectarán con un simple catarro común o en caso de haber contraído el virus.
¿Cómo se trata la rinitis aguda?
A los pacientes que presentan este problema se les suelen recetar medicamentos que ayudan a reducir la inflamación de las mucosas y a disminuir el dolor que esto genera. También se pueden usar descongestionantes para facilitar el flujo de los mocos e incluso antihistamínicos, todo bajo prescripción médica.
Aunque no es algo agresivo, si no es tratado puede llegar a tener afectaciones mayores, como por ejemplo derivar en sinusitis, la hinchazón de los senos paranasales presentes en la nariz y la cabeza.
Lavados nasales para la coriza
Más allá de fármacos, es clave ayudar a despejar nuestras fosas nasales para aliviar de forma efectiva las molestias. Los lavados nasales se suelen usar como técnicas complementarias a las recetas, en las que se usa suero fisiológico o soluciones salinas de venta en las farmacias.
Un estudio elaborado en Reino Unido
Los resultados del estudio elaborado por científicos de la prestigiosa universidad londinense, King’s College, han sido los que han confirmado la presencia de la afectación.
Gracias al sistema de salud del lugar, se han obtenido los datos de 17.500 participantes, todos ellos positivos en SARS-CoV-2. De ellos, el 40% ha sufrido coriza, resultado que hace incluir la rinitis en la lista de los síntomas más comunes actualmente.
Aun así, el estudio también ha mostrado que el dolor de garganta y el dolor de cabeza siguen siendo las dolencias más frecuentes en los infectados por el virus.
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