SÍNDROME POSTVACACIONAL
Readaptarse al trabajo tras unas largas vacaciones puede ser muy difícil, sobre todo si durante la jornada laboral no hacemos nada por mantener nuestro bienestar emocional.
La readaptación a las demandas cotidianas tras un largo periodo vacacional puede traer consigo una respuesta de estrés para cualquier persona. Son muchas las emociones contrapuestas que pueden surgir cuando nos reincorporamos al trabajo, sobre todo si en ese trabajo no estamos a gusto, llegando a producirse en los casos más graves trastornos adaptativos como el famoso síndrome postvacacional.
La época de readaptación es un momento perfecto para replantearnos el cuidado que estamos haciendo de nuestra salud mental. Un alto porcentaje de las personas adultas pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo, por tanto, cuidar de nuestra salud mental no debe limitarse solo a los fines de semana, sino que también debe expandirse a nuestra jornada laboral.
¿Cómo viven las empresas el malestar psicológico de sus empleados?
Gozar de bienestar emocional y físico en el trabajo es importante para nuestra salud personal pero también para mantener unos adecuados niveles de productividad. En esta línea, un estudio de la OIT, Organización Internacional del Trabajo, señala que uno de cada diez trabajadores sufre depresión, ansiedad, estrés o cansancio y que, en algunos casos, estas problemáticas llevan al desempleo y a la hospitalización. La consecuencia directa para las compañías de todo esto es el elevado coste económico que supone.
A lo largo de los años, el entorno laboral ha experimentado cambios extraordinarios y muy rápidos: el uso de las nuevas tecnologías, la normalización del trabajo a distancia, las jornadas sin horarios fijos o el aumento del nivel de productividad exigido son algunos ejemplos. Es importante que las empresas se adapten a todos estos cambios ofreciendo a sus empleados medios para cuidar de su salud mental, así como prevenirla, como por ejemplo: disponer facilidades para conciliar las responsabilidades profesionales y familiares, ser flexibles con los objetivos de productividad propuestos, integrar iniciativas de apoyo psicológico, reconocer el buen desempeño de los trabajadores, elaborar una política sobre violencia y acoso en el lugar de trabajoy asegurarse de que todo el personal la conozca y la cumpla, ajustar y redistribuir las asignaciones de trabajo para garantizar que los trabajadores reciban un volumen de trabajo adecuado, revisar las jornadas laborales para que sean adaptativas o crear entornos en los que la comunicación sea efectiva.
¿Qué pueden hacer los empleados para cuidar su salud mental?
Apúntate las siguientes pautas:
En conclusión, recuerda que cuidar tu salud mental es algo que debemos hacer todos los días, incluso cuando estamos en el trabajo.
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