FINAL DE OBRA
Si vas a entrar a una casa nueva en la que acaban de terminar las obras, o has hecho una gran reforma en tu hogar, te cuento cómo limpiar para que no se te haga una montaña.
El primer consejo, sobre todo si la casa está habitada o tiene enseres personales, es preparar la vivienda para la reforma. Para ello, retira elementos decorativos, utiliza sábanas viejas o plásticos para cubrir mobiliario, protege las puertas y el suelo… Con estos sencillos consejos, ahorrarás mucho tiempo de limpieza tras la obra:
Cuando terminamos una reforma, solo tenemos ganas de estrenar nueva casa. Sin embargo, antes de poder hacerlo debemos realizar una limpieza exhaustiva, siempre puedes contratar una empresa especializada, pero si la economía no da para más, siempre puedes hacerlo tú, para facilitar la tarea de limpieza voy a compartir mis trucos contigo.
Aunque te agobie ver la casa "manga por hombro", es recomendable comenzar a limpiar cuando la obra finalice, ya que siempre hay retoques que hacer y lo que has limpiado volverá a ensuciarse, y no estamos para trabajar el doble. El polvo es muy volátil y se mete por todos lados. El momento de limpiar la casa es antes de realizar la mudanza o introducir nuevo mobiliario.
Haz acopio de todo lo que necesitas para realizar la limpieza. Con relación a los productos: un multiusos (cristales, mobiliario…), pH neutro (puertas, suelo o superficies delicadas), amoniaco (la mejor opción para eliminar polvo), un buen desengrasante y un quitacementos para eliminar esas manchas blanquecinas de lechada o pegolan, que por más que friegas, siguen apareciendo.
Una vez la obra ha finalizado, no te agobies. Haz un planning y divide la limpieza por estancias; como dijo Julio Cesar: ¡divide y vencerás!