TE SORPRENDERÁ
Si es una pregunta que siempre te has hecho, este estudio te dará la respuesta. Y es que, contra todo pronóstico, que los niños anden descalzos es una práctica que cada vez es más común en los colegios.
Andar descalzo es un placer que no muchos conocen. Y en niños es más habitual de lo que crees. Si alguna vez has visto luchar a un niño (sobre todo bebé) por quitarse los zapatos y andar descalzo, tiene una explicación.
Y es que, aunque en muchas ocasiones se considere una práctica poco higiénica o peligrosa, varios estudios han argumentado que es bueno para la salud de los más pequeños. Incluso, consiguen obtener mejores resultados académicos y comportarse mejor.
Como explica un estudio de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido), dirigido por Stephen Heppell, los niños que van al colegio descalzos participan más en las clases y, como resultado, rinden más.
Se trata de un estudio basado en la observación de decenas de miles de niños en más de 100 escuelas y en 25 países durante 10 años. Pero, sobre todo, llama especialmente la atención que aquellos que dejan sus zapatos fuera del aula, llegan antes a clase. Este método se ha inspirado en las escuelas escandinavas y ya se está implementando en algunos colegios de Inglaterra.
Tal y como muestran los resultados, los niños sin zapatos se sienten más cómodos en clase y, por tanto, se concentran como si estuvieran en casa, facilitando así su disposición a aprender.
De igual forma, al ir descalzos, pasan más tiempo en la escuela, por lo tanto, añaden ese tiempo extra como aprendizaje adicional del día.
Muchos expertos, además, añaden que es aconsejable que el primer año de vida, los bebés permanezcan descalzos, pues poseen una almohadilla en la planta que desaparece pasados los 12 meses, por lo que llevar zapatos no aporta nada, solo estilo.
Cabe destacar que, más allá de los beneficios que tiene para los niños el andar descalzos, también hay beneficios para las aulas, pues estarán más limpias al no entrar la suciedad de la calle. Asimismo, se ahorrará en mobiliario, porque no son necesarias las sillas, ya que se pueden sentar en el suelo.