CUERPO Y BIENESTAR

Alimentación con reloj: qué es el "time restricted eating" y cómo ayuda a tu metabolismo

Aprende cómo aplicar el time restricted eating para concentrar tus comidas en una ventana de horas, mejorar el sueño, regular el apetito y favorecer un metabolismo más eficiente y saludable.

Alimentación con relojFreepik

El ritmo de nuestras comidas puede influir mucho más de lo que pensamos en nuestro cuerpo y bienestar. No solo importa qué comemos, también cuándo lo hacemos. Los ciclos circadianos, nuestro reloj interno de aproximadamente 24 horas, regulan el metabolismo, la digestión y la producción de hormonas, marcando los momentos del día en los que el organismo funciona mejor. Aprovechar esta sincronización puede traducirse en más energía, mejor ánimo, sueño de calidad y control del peso.

Qué es el time restricted eating

El time restricted eating (TRE), o alimentación restringida en el tiempo, propone concentrar todas las comidas diarias dentro de una ventana de entre ocho y doce horas. Por ejemplo, si desayunamos a las 8:00 h, la cena no debería superar las 20:00 h. Según la nutricionista Meritxell Massons, esta estrategia busca resetear nuestro reloj interno y optimizar cómo el cuerpo procesa la insulina, produce enzimas digestivas y consume energía a lo largo del día.

Alimentación con reloj | Freepik

Beneficios de comer dentro de una ventana de tiempo

La alimentación restringida en el tiempo ayuda a mantener un peso saludable, mejora la digestión y la energía diaria. Comer la mayoría de las calorías antes de las 15:00 horas favorece un mejor control del peso, mientras que las cenas tardías, después de las 22:00 h, se asocian a mayor acumulación de grasa y peor descanso.

Respetar horarios regulares contribuye a equilibrar el ritmo circadiano y el apetito, evitando un "jet lag metabólico" que puede afectar nuestra salud a largo plazo.

Reloj en un plato | Freepik

Cómo aplicar el TRE en la vida diaria

1. Desayuno temprano y equilibrado: Proteínas, fibra y carbohidratos complejos son ideales para empezar el día con energía y concentración. Saltarse esta comida puede alterar el equilibrio de la glucosa y aumentar el apetito más tarde.

2. Cenas ligeras: Durante la noche, el metabolismo se ralentiza y la digestión es menos eficiente. Una comida copiosa o muy tardía puede afectar la calidad del sueño y favorecer la acumulación de grasa. La recomendación es cenar entre dos y tres horas antes de acostarse.

3. Regularidad y selección de alimentos: El TRE no es un ayuno extremo ni restrictivo. Se trata de mantener horarios consistentes y elegir comidas nutritivas, adaptando las cantidades a nuestras necesidades energéticas.

Meritxell Massons advierte que, aunque es una estrategia simple y efectiva, quienes tengan alguna patología médica o un alto gasto energético deben consultar con un especialista antes de implementarla.

Novamas» Vida