RUTA POR LAS AFUERAS
¿Y si salimos de una vez por todas de los barrios de siempre y nos alejamos del circuito clásico de restauración de Barcelona para descubrir sitios nuevos que merecen mucho la pena? Pues tal vez sería interesante comenzar con estos tres.
This & That Co., un secreto a voces en L'Hospitalet
La cocina del chef argentino Pablo Carrizo es un secreto a voces entre los amantes del buen comer en L'Hospitalet. Y para muchos forasteros, que se desplazan a menudo a esta localidad para degustar el que es, sin duda, uno de los mejores menús de mediodía de la ciudad y una carta con destellos de alta cocina a precios ajustados y muy pero que muy interesante. Carrizo es un tipo que cocina con el alma, que lo hace porque le gusta, en gran parte desde la intuición y sin ningún discurso grandilocuente que ampare una cocina de producto que no necesita literatura para ser perfecta. Aquí el mejor producto se trabaja más bien poco, con esa combinación perfecta entre sentido común e imaginación que da lugar a platos como su arroz de lagarto ibérico, sensacional; unas bravas muy peculiares (hay que probarlas), el pulpo a la parrilla con espuma de patata violeta, el tartar de atún rojo con aguacate, vinagreta de miso y mayonesa de soj, por nombrar solo algunos platos de una carta que va cambiando y que en la siguiente visita probablemente ya no estén. Pero esa es también la gracia de un local que siempre sorprende.
Es una cocina sin banderas, que toma platos e ingredientes de aquí y de allá y los convierte en piezas únicas, siempre sabrosas y sin estridencias, que reflejan el pulso de un gran cocinero que un buen día decidió, pese a que muchos se llevaron las manos a la cabeza, trasladar a L'Hospitalet, un sitio a priori alejado de la cocina creativa, su cocina de autor. En la sala, Mónica Artero se encarga de que todo salga bien, y lo hace con desenfado y sin el encorsetamiento propio de otros locales con ínfulas. Para rematar el ágape, cócteles de autor tras la barra que podremos maridar con la comida o alargar la sobremesa en su tranquila terraza.
This & That Co. Amadeu Torner, 41. L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Ona Nuit, Slow Food de autor en el Prat de Llobregat
En El Prat de Llobregat encontramos este interesante restaurante que se abastece al 100% de productos del huerto del vecino Delta de Llobregat. La suya es, pues, una cocina de proximidad en estado puro, que incorpora al surtido de frutas y verduras del huerto otros productos gourmet como el pollo Pota Blava, una raza autóctona de la zona que destaca por su textura y sabor inconfundibles. El chef David Justo toma el testigo de la anterior cocinera, Susana Aragón, que traspasó recientemente el local para dedicarse en exclusiva a su Cèntric Gastrobar, un puntal del buen comer desde hace muchos años en esta localidad del Baix Llobregat.
La de Ona Nuit es una cocina tradicional ligeramente reinventada, con alguna técnica contemporánea que en ningún caso hace que los platos de siempre pierdan su esencia. Aquí se guisa durante horas, se cuida la presentación, se investiga en materia de vinos, y este talante intrépido e innovador pero a su vez fiel al recetario tradicional da lugar a platos como el steak tartar de bruna de Pirineu con rábano picante y cereza del Baix, el arroz ecológico marinero del Delta de l'Ebre o el bonito de Vilanova curado con kimchee, calabacín anisado y pickle de pepino del Parc Agrari. El local está adscrito al movimiento Slow Food, que promueve una cocina saludable de proximidad, fresca y de mercado, respetuosa con las dinámicas del comercio local.
Ona Nuit. Joan Cirera i Pons, 13-15. El Prat de Llobregat.
Taverna del Ciri, el menú de mediodía que hay que probar
Hay que desplazarse hasta Terrassa para disfrutar, entre otras cosas, de uno de los grandes menús de mediodía de la provincia y de una carta, que se sirve exclusivamente por las noches, sencilla y muy bien facturada por las manos de los cocineros Artur Martínez y Marc Ribas. Tras cerrar el Capritx, el pequeño restaurante con estrella Michelin que se convirtió en el bastión gastronómico de la ciudad, Martínez ha decidido lanzarse a la cocina casera, más sencilla, informal y económica, junto a su compañero de fatigas Marc Ribas, con quien ya compartió fogones en Matís Bar. Una cocina que se nutre exclusivamente de productos de temporada, que se adquieren directamente a pequeños productores, principalmente de la zona del Vallès. Lo mismo ocurre con los vinos, todos ellos elaborados a menos de 20 km de este lugar al que el chef y su equipo les gusta considerar una tasca. Una tasca de espíritu bullicioso y tradicional, bien alejada de la sofisticación imperante, en la que se reproducen las tapas y platillos de siempre con ese toque de autor que tiene siempre la cocina de estos dos creadores.
Taverna del ciri. Antoni Torrella, 66. Terrassa.