¡Adiós a la resaca!
La resaca, nuestra querida compañera que a veces nos acompaña durante el fin de semana y hace que no seamos buenos para nada, más que para tumbarnos en el sofá todo el día. Si quieres que la resaca no se interponga entre tus actividades del fin de semana y tú, sigue estos truquitos... ¡Mano de santo!
Come bien antes de beber
Si bebes con el estómago vacío tu organismo absorberá directamente todo el alcohol y notarás sus efectos demasiado rápido. En cambio, la ingesta de comida hará que este proceso se ralentice. La mejor comida antes de beber es la 'contundente', así que come pasta o pizza, algo que sea graso para que el proceso sea aún más lento. Si estás a dieta no te pongas exquisito, que el alcohol es el peor enemigo a la hora de perder peso.
No mezcles
Que si un vinito para cenar, un chupito después y un quintal de gintonics para culminar... ¡Error! Intenta beber lo mismo durante toda la noche (y con moderación), porqué las mezclas son unas de las culpables de ese dolor intenso con el que te levantas los domingos.
Bebe agua entre copas
Un vasito de agua entre cubata y cubata no va nada mal. Aunque el alcohol se presente en estado líquido, no hace más que deshidratarte. Compénsalo con un vaso de agua entre copa y copa y tu yo del mañana lo agradecerá.
Come un poco antes de dormir
Comer un poco antes de meterte a la cama hará que tu estómago se ponga en su lugar y también permitirá que el alcohol se absorba. Ojo, no te pegues un atracón monumental, solo lo justo y necesario para calmar el estómago.
Come al levantarte
Un desayuno abundante es un buen aliado contra la resaca. Tómate tu tiempo para preparar el desayuno, por ejemplo puedes hacer unos huevos revueltos con unas tostaditas. Un consejo: añade algo de fruta a tu plato, ya que por su alto contenido en agua te ayudará a rehidratarte después de una noche loca.
Y recuerda... ¡El mejor remedio para prevenir la resaca es no pasarte con el alcohol!