DIETA SIN CARNE
Te ofreceremos consejos prácticos y útiles para asegurarte de que tu pequeño reciba todos los nutrientes que necesita, mientras disfruta de una alimentación variada y deliciosa.
En un mundo donde la alimentación consciente y saludable está ganando cada vez más protagonismo, muchos padres se decantan por la opción de criar a sus hijos como vegetarianos. Esta decisión puede surgir por diversas razones, desde preocupaciones éticas y medioambientales hasta la búsqueda de una dieta más saludable. Sin embargo, ser un niño vegetariano no siempre es fácil, y los padres juegan un papel fundamental en este proceso.
Vamos a empezar por definir lo que es una dieta vegetariana, en la que la persona se abstiene de comer carne, pescado, marisco y productos elaborados con estos alimentos, pudiendo (o no) incluir en su dieta otros derivados animales como lácteos, huevos o miel.
Las dietas veganas, en cambio, son vegetarianas totales, es decir, no incluyen en su alimentación ningún alimento o derivado de origen animal. Los lacto vegetarianos incluyen regularmente productos lácteos (leche, queso, yogures) y los ovolactovegetarianos toman, además, huevos.
Hasta los 6 meses el mejor alimento para el bebé es la leche materna, si no es posible se puede utilizar la leche de fórmula en las dietas ovolactovegetarianas o leche hidrolizada de soja o arroz en la elección vegana.
A partir del año, en ovolactovegetarianos se puede ofrecer la leche de vaca entera y en los veganos la mejor opción es la leche de soja enriquecida con calcio y no azucarada. Esta tiene unos niveles de proteínas y grasa que la hacen comparable a la leche de vaca y en las marcas fortificadas con calcio aportan la misma proporción de calcio que la leche de vaca.
En cuanto a alimentos concretos, la guía básica es:
Tradicionalmente, se ha pensado que las dietas vegetarianas podían ser perjudiciales para los niños al restringir muchos alimentos que se consideraban esenciales para el crecimiento y la salud de los más pequeños. Este desconocimiento llevaba a los pediatras a desaconsejarlas sistemáticamente, intentando convencer a los padres de descartar este tipo de alimentación para sus hijos.
Sin embargo, en los últimos años numerosos estudios han demostrado un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer en las personas que llevan una dieta vegetariana y en los niños se ha visto que el crecimiento y desarrollo es similar al resto y se encuentra dentro de los límites normales.
Esto ha llevado a las diferentes asociaciones sanitarias a afirmar que las dietas vegetarianas apropiadamente planificadas, incluyendo las dietas veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden resultar beneficiosas en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades siendo adecuadas en todas las etapas de la vida.
Se ha visto que los niños vegetarianos tienden a consumir más frutas y verduras y menos dulces, aperitivos con exceso de sal y grasas saturadas y el consumo de este tipo de dieta en los primeros años de vida, favorece la creación de hábitos de alimentación saludables para el resto de su vida.
El único suplemento esencial en las dietas vegetarianas es la vitamina B12, incluso en las dietas ovolactovegetarianas. Se recomienda comenzar a darlo a partir de los 9-12 meses, semanalmente y en forma oral.
Y recordad, la clave del éxito de las dietas vegetarianas en niños es ofrecer a diario una amplia variedad de fruta fresca, verduras y hortalizas. También se debe introducir todos los días al menos una ración de proteína y otra de cereales integrales o tubérculos, evitando al máximo el consumo de alimentos ultraprocesados ricos en sal y azúcares añadidos que bajo el apodo de "veggie" no son saludables.