NO DES LA BATALLA CON LA BÁSCULA POR PERDIDA
A estas alturas muchos ya se han pillado los kilitos de rigor entre cenas prenavideñas, despedidas grupales del año y esos desayunos a base de panettone. No importa. Aún estás a tiempo de que las cosas no vayan a peor si sigues este consejo, sencillísimo, durante todas las fiestas navideñas.
Hay ciertos truquillos ya conocidos para mantener a raya la báscula en Navidades, desde controlar la ingesta de alcohol (que aporta calorías vacías y solemos tomar sin control en estas jornadas) a evitar las sobremesas largas (mejor salir un rato a caminar), tratar de hacer deporte en la medida de lo posible durante esos días o comprar los dulces justos para que no nos sobren y acabemos desayunando mazapán durante tres semanas seguidas. También está el método infalible de pesarnos a diario, que hará que inconscientemente cerremos el grifo cuando la báscula comience a decirnos a la cara lo que ya sabemos.
Pues a todos estos truquillos debemos añadir otro que también contribuirá a que mantengamos el tipo en la medida de lo posible pese a la avalancha de celebraciones que tenemos por delante, y, aunque te suene extraño al principio, tiene toda su lógica: no te saltes ninguna comida. Y hablamos de cinco al día. ¿Por qué mantener las cinco comidas al día nos va a ayudar a no engordar en Navidad? Pues nos lo cuenta el nutricionista de Biufood, Sergi Rovira. "Mantener la ingesta de las cinco comidas, siempre que sean muy pero que muy ligeras para compensar los atracones, hará que lleguemos con muchísima menos hambre a las comilonas y por lo tanto comamos mucho menos", explica.
Teniendo en cuenta que las propuestas navideñas son muy grasas y calóricas, desde luego parece una buena idea apostar por un tentempié a media mañana a base de fruta o yogur, con un puñadito de frutos secos, que hará que al llegar el almuerzo no acabamos repitiendo de cabrito o tomando tres trozos de panettone.
En el caso de las cenas, Rovira tiene clarísimo que lo menos recomendable es saltarnos la merienda. "Un buen ejemplo es Nochevieja, que se suele cenar muy tarde. Si vamos a cenar hacia las 23 h es una buena idea hacer una merienda saludable que hará que lleguemos a la noche sin ansias de comer". Otra cosa que solemos hacer, según Rovira, y que no ayuda en absoluto a mantener la línea, es saltarnos la cena cuando hemos hecho un almuerzo copioso, cosa que suele suceder en Navidad.
Es un error, según Rovira, porque esto hará que desayunemos más, y probablemente tengamos muchas más tentaciones, al levantarnos con hambre, de atacar productos poco saludables, especialmente si hemos sido nosotros los anfitriones y nos han sobrado dulces. Rovira recomienda tener lista una crema de verduras, o unas verduras al vapor, incluso un trozo de pescado y, por supuesto, siempre frutas a nuestro alcance, para cenar ligero y saludable, compensando los excesos del mediodía pero sin renunciar a la ingesta de alimentos.
Si a todo esto le añadimos un compromiso no solo con el deporte, pues sabemos que son fechas complicadas y que a muchos les cuesta encontrar tiempo para ir al gimnasio, sino con caminar y movernos en la medida de lo posible, es muy probable que lleguemos al 7 de enero con el mismo tipín que antes de Navidades. ¿Probamos?