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Empacho y resaca: 14 consejos para arrinconarlos esta Navidad

Estar empachado y resacoso es para muchos de nosotros el estado habitual en Navidad. Y no mola nada. Por eso, desde Eneldo Catering, expertos en nutrición y alimentación, nos dan algunas claves para evitar unas fiestas de bajonazo.

La resaca, ese viejo amigo que siempre vuelve por Navidad.Morguefile

Si tuviéramos la capacidad de mirarnos desde fuera en Navidad, probablemente sentiríamos lástima de nosotros mismos: desplomados en el sofá, con una mano en la frente y otra en el estómago, murmurando: "madreeee míaaaa...". La consigna está clara: o paramos a momento o podemos acabar volviéndonos locos, con el estómago 'on fire' y la cabeza hecha un bombo. Por eso, Eneldo Catering, con 35 años de experiencia en la organización integral de eventos familiares, actos sociales y de empresa, nos da 14 consejos para evitar a nuestros invitados non gratos, el empacho y la resaca. Recuerda que si, además, pasas en engordar o quieres ideas para un cóctel de aperitivo, también te podemos ayudar.

Come despacio. El cerebro tarda alrededor de 20 minutos en recibir la señal del estómago de que está satisfecho.
Los colores específicos de los alimentos tienen un efecto sobre nuestra mente. Así, los alimentos de color naranja y rojo estimulan, los azules calman, los amarillos animan….
El agua es fundamental. Estos días bebe alrededor de ocho vasos diarios y reducirás esa sensación de ansiedad y tensión que producen las fiestas.
Reemplaza las harinas blancas, polvorones, pastelería y dulces en general por frutas o incluso bombones. El chocolate, en pequeñas porciones, es un cóctel de felicidad ideal. El contenido de cacao en el chocolate también proporciona cafeína, recuérdalo.
Elige el tipo de proteínas que favorecen la producción de serotonina. Esto es, pollo, cordero, cortes magros de carne de cerdo, ternera..
De los quesos, escoge los bajos en grasa en general.
Del pescado, mejor el blanco con escamas, salmón y pescados de aguas frías, como la caballa y las sardinas.

Trata de esquivar los hidratos de carbono. Por ejemplo, si el menú incluye pasta, entonces ya no comas el pan o el postre.
Una constante en los picoteos y menús navideños son los frutos secos, lo cual es fabuloso. Un consumo diario de nueces, almendras, avellanas… aporta las vitaminas y el magnesio necesario que harán que nuestro cuerpo se sienta bien.
La piña es un aliado perfecto en Navidad. Es bonita, especial, festiva y a todo el mundo le gusta pero  también genera vitalidad y optimismo, calma la ansiedad y alivia los nervios. Y si tomas piña por la noche, te estarás administrando una pastilla natural para dormir: por la noche, el cerebro convierte el triptófano en melatonina, la hormona del sueño.
Entre café o té, claramente té. El té negro, ayuda a recuperarse de sucesos estresantes con más rapidez.
Las bebidas son un capítulo interesante en toda fiesta que se precie. Comienza por rechazar los refrescos y elige zumos naturales o agua siempre que puedas. Un consejo importante: no abandones el agua, bebe cada vez de una copa alternando agua y vino hasta el final de la comida; te divertirás sin pasarte de rosca y sin lamentarlo al día siguiente.
Las bebidas que producen más resaca son coñac, vino tinto, ron, whisky, vino blanco, ginebra y vodka. ¡Elige bebidas destiladas y de color claro!
No debes cambiar de bebida porque te apetezca. Si estás bebiendo whisky, sigue pidiendo lo mismo. ¡Huye de los cócteles y los chupitos!