CUERPO Y MENTE
Pilates y yoga son dos actividades muy enfocadas en trabajar de forma equilibrada cuerpo y mente. Si no las has practicado nunca, puede parecerte incluso que se trata de la misma actividad. Sin embargo, dentro de su ámbito son muy diferentes.
Vamos a desmenuzar las características de cada una y a diferenciar en cada caso los beneficios que aporta una y otra. Te ayudará a concluir cuál de ellas quieres practicar.
Esta actividad, creada por Joseph Pilates, está enfocada a entrenar fuerza, flexibilidad y movilidad. Todo ello partiendo del control postural, del trabajo respiratorio y del entrenamiento del core.
Cuando nos referimos al core o núcleo del cuerpo, estamos haciendo referencia al abdomen, el transverso del abdomen, el suelo pélvico, el diafragma, el glúteo y los músculos paravertebrales.
El modo en que se estructura este tipo de sesiones permite mejorar mucho la postura corporal. Además, afina la percepción que tenemos sobre nuestro propio cuerpo, algo que resulta muy útil en el día a día.
A todo ello se suma la ventaja de que carece de impacto, lo que representa un incentivo adicional para aquellas personas que necesitan evitarlo.
Existen múltiples estudios sobre los grandes beneficios del pilates, pero podemos destacar algunos de ellos gracias a una revisión de la literatura llevada a cabo por SciELO, biblioteca virtual española formada por revistas científicas orientadas a la salud:
Se puede decir que el Pilates mejora la calidad de vida, la independencia y la autonomía, imprescindible para todas las personas, pero más destacable aún en mayores.
Está demostrado que mejora la atención, el estado de ánimo y el humor, algo también muy útil y necesario para otro rango de edad: el de los estudiantes.
En definitiva, reporta beneficios para todas las edades y es recomendado tanto para personas con patologías como sin ellas.
Otra actividad cuerpo y mente cuyo origen es más antiguo que el pilates. De hecho, surgió hace miles de años en la India.
Las sesiones se componen de secuencias de posturas o asanas y, a diferencia del pilates, incluye meditación y técnicas de respiración.
El yoga se caracteriza por esa sucesión de posiciones, que se mantienen de forma estática durante un tiempo y, a partir de ahí, se vay fluyendo de una asana a otra. Esto permite un gran trabajo del equilibrio, de coordinación, de propiocepción y de fuerza muscular en diferentes ángulos articulares.
Son destacables los siguientes beneficios extraídos de una revisión científica realizada también por SciELO:
En relación con otras mejoras de salud, se ha visto que mejora el manejo de afecciones musculoesqueléticas, cardiopulmonares, reumatológicas y autoinmunes.
La mejor actividad para cada persona depende de las características y motivaciones individuales. No podemos decir que ninguna de las dos sea la mejor, porque incluso en algunos aspectos comparten beneficios.
A la hora de elegir una actividad, observa lo que te aporta, y al mismo tiempo si el tipo de actividad te gusta y te motiva.
En cuanto a accesibilidad, el pilates es una actividad muy habitual en los centros de fitness, mientras que el yoga no está tan extendido en España, lo que puede influir en que te resulte más o menos sencillo practicarlo.
Si te gustan las actividades cuerpo y mente o crees que te pueden gustar, intenta probar ambas opciones para así poner en la balanza tu propia experiencia junto con los beneficios que te puede reportar cada una de ellas.