¿Hay solo un pepino y un yogur?
La pinta de tu nevera puede decir mucho sobre tu personalidad. No es lo mismo tener sólo 14 packs de cerveza y una lechuga iceberg que disponer de un amplio surtido de comidas nutritivas perfectamente organizadas.
Si solo hay cerveza. Se abre la puerta de la nevera y solo hay latas de cerveza: en las baldas, en la puerta, en el cajón de los productos frescos... Sin duda, eres una persona que no necesita el frigorífico para nada. Es hora de que pienses en cambiar tu vivienda por un bar. Más que una nevera necesitas una cámara frigorífica de las que se usan en hostelería.
Si hay un pepino y un yogur. Mira la tapa, es posible que esté caducado. Dos posibilidades: o eres un apasionado del tzatziki, la salsa griega que mezcla yogur y pepino, o bien eres el típico que lleva meses sin comer en casa. Almuerzas, cenas y seguro que hasta desayunas fuera y para ti el supermercado es un territorio comanche que visitas menos que a ese primo tuyo que vive en Adelaida, Australia.
Si solo hay tápers. Nos encontramos de nuevo ante dos posibilidades: o eres un cocinillas organizado que se prepara la pitanza de toda la semana para ir tirando de tápers, consiguiendo menús saludables y equilibrados..., o tiras de tu madre/abuela para que te cocine el fin de semana y traerte la fabada, el morcillo guisado o la ensaladilla rusa el domingo por la tarde para ir sobreviviendo desde el lunes.
Si solo hay platos preparados. Lo tuyo no es la cocina y, además, se ve que andas falto de tiempo. Pasas por un local de platos 'take away', compras y te vas a casa. A veces ni lo abres, confiesa. De hecho, ese pollo con verduritas envuelto en un aséptico recipiente de plástico lleva contigo desde que los grupos de "Señoras de" eran tendencia. Calcula.
Si está llena de verduras ecológicas, productos bio... Eres un friqui de lo sano/ecológico que se pasa las tardes leyendo etiquetas. De hecho, estamos casi seguros de que te las sabes de memoria. Recitas conservantes, colorantes y pequeños productores de memoria y en tu nevera no entra nada industrial. Estamos seguros de que estás sano como una manzana, pero también de que te gastas más al mes en alimentación que nadie.
Si hay cosas que no deberían estar ahí. Si abres y ves cajas de cereales, latas de atún o azúcar blanquilla dentro, el diagnóstico está claro: eres una persona muuuuuy despistada. De hecho, te invitamos a mirar en tus estantes de la cocina, porque, a lo mejor, tienes en ellos yogures que se te están echando a perder.
Si está lleno de guarreridas. Bollos imposibles, pizzas estilo mega Tijuana, wraps de colores fluorescentes... confiésalo: eres un gorrinaco y jamás consumes nada que no sea megaindustrial. De hecho, la última vez que comiste algo sano fue un pescado hervido y era solo porque llevabas una semana malo del estómago.
Si eres el rey de las raciones individuales... seguramente tendrás pizzas minis, gazpachos en tetra brik para uno o medias docenas de huevos. Está claro: estás soltero y solo compras lo que vas a consumir para evitar tener que tirar comida. Seguro que, junto a todo tipo de envases individuales, tienes también una botella de champán enfriándose. No vaya a ser que triunfes el finde.
Si está a reventar. Eres un ansiaviva, el típico que no puede evitar ir al supermercado y aprovisionarse de comida como si fuera a estallar un holocausto nuclear al día siguiente. No nos parece mal lo tuyo, pero, majo, mira a ver si cierra bien la puerta, anda, que tienes bolsas de ensalada hasta en las hueveras.
Si está todo perfectamente ordenado. Las verduras en el cajón de productos frescos, los lácteos perfectamente colocados con los más recientes al fondo y los botes situados de mayor a menor... Eres todo un profesional de la organización de frigoríficos y no nos extrañaría que tus allegados te acabaran pidiendo ayuda. Eso sí, ¿das también un poquito de rabia, sabes? Anda, sigue nuestros consejos para organizar tu nevera.