LOS MATERIALES Y LOS TIEMPOS SON LO MÁS IMPORTANTE
¿Cuántas veces has preparado un bizcocho y no ha subido como debería? ¿O se te ha quedado pegado al molde? Te damos las claves para conseguir el mejor bizcocho.
Seguro que has intentado hacer algún bizcocho y el resultado no ha sido el esperado. Si no ha subido lo suficiente, no ha quedado esponjoso o se ha estropeado al desmoldarlo, estos consejos te serán muy útiles para lograr un resultado perfecto.
La masa
Es fundamental que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente en el momento de preparar el bizcocho, así que sácalos al menos una hora antes de ponerte manos a la obra. De esta forma la masa no se cortará.
En función del tipo de bizcocho que prepares, debes mezclar los ingredientes en un orden u otro:
- Para bizcochos de masa densa tipo bundt cake, que tienen una textura suave y húmeda, primero debes batir la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema, para después incorporar los huevos y acabar alternando ingredientes sólidos y líquidos.
- Los bizcochos caracterizados por su aire y esponjosidad requieren batir con énfasis los huevos y el azúcar hasta que la mezcla doble su tamaño. Después, hay que incorporar delicadamente el resto de ingredientes líquidos y acabar con los sólidos. Mézclalos siempre con movimientos envolventes para evitar que el volumen de la masa baje.
La harina que debes utilizar debe ser floja o de repostería. Algunas recetas utilizan harina "bizcochona" o leudante, un tipo flojo que ya incorpora levadura. Nunca se utiliza harina de fuerza o media fuerza. Debes tamizarla para integrarla más fácilmente con el resto de ingredientes e incorporar más aire al bizcocho.
El molde
El molde que vas a usar es muy importante para conseguir un buen resultado. Debe ser del tamaño adecuado al bizcocho que vayas a preparar, ya que si es demasiado pequeño, desbordará el molde durante la cocción. Por el contrario, si es demasiado grande, el bizcocho no subirá lo suficiente y quedará muy plano. La masa debe quedar un par de dedos por debajo del borde del molde.
En cuanto al material, el aluminio es la mejor opción, ya que es un buen conductor del calor y permite hornear los bizcochos por todas partes igual.
Para un desmoldado perfecto, debes engrasar muy bien el molde. Puedes usar un espray adecuado para ello o con un poco de mantequilla derretida o aceite de girasol. Después, ayúdate de un colador para espolvorear una fina capa de harina por la superficie, o de cacao en polvo si el bizcocho es de chocolate.
En el horno
Lo ideal es hornear los bizcochos en la parte media del horno, y en la rejilla mejor que en la bandeja.
No hay que abrir el horno durante los primeros 30-40 minutos de cocción. Si lo haces, tu bizcocho bajará y no quedará esponjoso.
¿Cómo saber si está listo? Pasado el tiempo especificado en la receta, pínchalo con una brocheta (sin sacarlo del horno) y comprueba si sale seca. Si es así, el bizcocho está listo. Si está húmeda, el bizcocho necesita algo más de tiempo de cocción.
¿Cuándo desmoldar?
El enfriado del bizcocho es tan importante como la cocción. Cuando esté listo, hay que sacarlo del horno y dejarlo sobre una rejilla durante 15 ó 20 minutos, hasta que esté templado. Los bizcochos calientes son muy delicados, por lo que al desmoldarlos puedes romperlos.
Pasado ese tiempo, verás que el bizcocho se ha separado ligeramente de los bordes (si no es así, puedes pasar con mucho cuidado una espátula para separarlo). Es el momento de desmoldarlo y dejarlo sobre la rejilla para que se enfríe completamente. Si has engrasado bien el molde, saldrá perfectamente.