MAÑANA ES EL DÍA NACIONAL DEL QUESO EN ESTADOS UNIDOS

¿Cuáles son los diez quesos que más engordan?

El queso en general, con excepciones, es una bomba de relojería calórica que a menudo consumimos con excesiva ligereza, sin ser conscientes de la cantidad de calorías que estamos ingiriendo. Ese trocito a media tarde, esos daditos al acabar la comida, el bocadillo mañanero, los kilos de queso que añadimos a la pasta... Todos son grasos hasta decir basta y engordan una barbaridad, pero estos son los que más.

Ahí está, en los primeros puestos, el amigo mascarpone. Cocinatis

1- Mascarpone (450 calorías/100 g)
Si así palo seco ya estás consumiendo 450 calorías, imagínate cuando lo acompañas de bizcochos de soletilla, azúcar hasta decir basta y huevos. El tiramisú es ese plato prohibitivo que deberíamos consumir muy esporádicamente, ya que simplemente ese caprichito del domingo puede arruinar nuestra dieta. El mascarpone es un queso original del norte de Italia (Liguria), y es el resultado de añadir un cultivo de bacterias a la nata extraída de la leche que se usa en la fabricación del parmesano.

2- Queso azul (350 calorías /100 g)
Si eres de los que se hace una ensalada por la noche con el objetivo de cenar ligerito, pero luego le añade sus daditos de rigor de queso azul, unos frutos secos y un buen chorro de aceite, le está metiendo al cuerpo las mismas calorías, y probablemente la misma grasa, que si hubiese optado por un cochinillo. Y es que el queso es ese alimento engañoso del que podemos ingerir 100 g en un segundo sin apenas darnos cuenta y también sin habernos saciado, mientras añadimos, en este caso, 350 calorías que podríamos haber evitado. El Stilton, elaborado con leche de vaca y con un 35% de grasa (una salvajada) es el queso azul más calórico de todos, y alcanza las 410 calorías. ¿Eliminarlo por completo? No. ¿Comerlo con mucha moderación? Eso es.

3- Manchego (420 calorías /100 g)
Quien más quien menos ha improvisado alguna vez un picoteo casero a base de embutidos, panes, vinos y un buen manchego curado. Pues debe saber que, pese a la sensación de ligereza que erróneamente nos produce a veces comer productos no cocinados, está ingiriendo una barbaridad de calorías. El manchego se elabora con leche de oveja de raza manchega, con una mduración mínima de 30 días.

4- Provolone (400 calorías / 100 g)
Este queso originario del sur de Italia se elabora con leche de vaca entera con corteza blanda, y se produce principalmente en las regiones del valle del Po, en Lombardía y el Véneto. Es un queso que tiene mucha proteína y grasas (alrededor de 30 g de cada) y que solemos consumir en forma de la popular Provoleta, una variante argentina de este queso que consiste en pequeños discos (de 10 a 15 cm de diámetro y de 1 a 2 de grosor) que se cocinan hasta que se derriten directamente a la parrilla, sobre pequeñas piedras o dentro de un trozo de papel de aluminio. Suele consumirse acompañado de chimichurri y con un toque de orégano y suele ser un entrante. Si a esta bomba le añadimos después la comida, estaremos consumiendo en un plis plas gran parte de las calorías recomendadas en un día.

5- Cheddar (400 calorías /100 g)
Este queso inglés de sabor agrio, originalmente producido en la villa de Chedar (Somerset) es una perdición para los amantes de los quesos contundentes. Elaborado con leche de vaca pasteurizada, solemos encontrarlo como acompañamiento de bocadillos y hamburguesas en numerosos establecimientos, lo que significa un aporte calórico extra a alimentos, como las burgers, ya de por sí sumamente grasos. Cuidado.

6- Parmesano (430/ 100 g)
El amigo parmesano es la perdición de muchos y, aunque tiene muchas calorías, en su favor diremos que es un queso de sabor tan contundente que solemos contentarnos con cantidades relativamente discretas. Al contrario de otros quesos como el Manchego o el Emmental, de los cuales podríamos comer cantidades industriales, lo cierto es que en el caso del parmesano solemos optar por un poco de queso rallado en la pasta o unas hebras para acompañar la ensalada, por ejemplo. Sin embargo, cuidado con él si decidimos comerlo a bocados: nuestra línea puede notarlo enseguida.

7- Emmental (370 calorías /100 g)
De nuevo un queso que muchos tenemos en la nevera y del cual cortamos un trocito en cualquier momento, acompañado de un trozo de pan y unos palitos, sin saber que el mejor tentempié va a ser siempre una pieza de fruta y que deberíamos dejar el Emmental para ocasiones especiales. Es un queso de origen suizo elaborado con leche de vaca, agujereado, que nos recuerda al Gruyere, y tiene un sabor suave pero muy característico, con un delicioso toque de frutos secos.

8- De cabra (450 calorías /100 g)
¿Os acordáis de aquel popular rulo de cabra caliente y caramelizado que hace unos años –ahora, por suerte, parece que algo menos– coronaba cualquier ensalada de espinacas con vinagreta de frutos secos en cualquier restaurante de filiación 'hipster'? Pues ese rulo de cabra que nos llegaba en un plato supuestamente saludable era una bomba de relojería de grasa y calorías que no necesitábamos. Con sus 15 g de grasas saturadas, las menos recomendables para nuestra salud cardiovascular, por si fuera poco.

9- Brie (350 calorías / 100 g)
Un básico de muchos hogares, este queso elaborado con leche cruda de vaca que se produce en la región al este de París es uno de los quesos de pasta blanda que más engordan. Está bien saber que si nos apetece locamente untar un poco de queso de pasta blanda sobre una tostadita, es mucho mejor siempre elegir Camembert (280 calorías) o Eppoises (270 calorías), por ejemplo.

10- Pecorino romano (380 calorías / 100 g)
Los amantes del queso suelen tener en su nevera esta delicatessen elaborada con leche de oveja, un queso denso, sabroso y ligeramente ácido, que tan bien sienta a lasañas, musakas, parmiggianas y demás horneados de este estilo. Un buen Pecorino stagionato es un postre típico de los hogares italianos, servido con peras y nueces o rociado con miel de castaño fuerte, aunque también suele utilizarse habitualmente en platos de pasta.

 

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