CURIOSIDAD
Para entender el tiempo de secado del pelo, hay que distinguir entre dos grupos: los porosos y los hidratados. Pero, más allá del tipo de cabello que tengas, hay varios consejos a seguir para reducir el tiempo de secado.
De igual forma que cada persona tiene un tipo de piel, también hay diferentes tipos de cabello. Y esa es la magia de la diversidad. Rizados, lacios, porosos, nutridos, teñidos, naturales…
Hay infinidad de variaciones, pero no todas ellas tardan lo mismo en secarse. Seguramente todos conozcáis una persona que sale de la ducha y en dos minutos tiene el pelo seco, así como conocéis a alguien que se va a la calle con el pelo mojado y a las tres horas siguientes parece que sigue en el mismo estado. Y esto tiene una explicación.
Cada tipo de cabello tiene una duración distinta de secado y, además de depender de las características ambientales -temperatura, humedad, aire e, incluso, contaminación-, depende de diversos factores como la textura, el largo, la presencia de químicos o la porosidad del cabello.
Cabe distinguir dos tipos de cabello: los porosos y los hidratados. En el primer grupo entran aquellos cabellos ásperos, débiles, deshidratados, quebradizos o sin elasticidad. Estos tardarán más en secarse, como es el caso de los cabellos teñidos o decolorados. De igual forma, los que son muy largos o muy gruesos también estarán expuestos a un mayor tiempo de secado.
En el segundo grupo se encuentran los cabellos cortos, finos, medias melenas y, sobre todo, aquellos bien nutridos. En este caso, se secarán mucho más rápido.
Más allá del tipo de cabello que tengas, hay varios consejos que harán que se reduzca el tiempo de secado de tu pelo: utilizar productos cosméticos para el cabello que sean lo más naturales posibles y que contengan la menor cantidad de químicos; mantenerlo sano y bien nutrido; y evitar sujetarlo con gomas para que pueda respirar y secarse cuanto antes.