NO TODO VALE
Prevenir antes que corregir: Así es la revolución silenciosa de las generaciones más jóvenes respecto a la estética. Se ponen de moda los tratamientos preventivos para evitar arrugas, flacidez y manchas.
Hasta hace poco, la medicina estética era un terreno de correcciones: borrar arrugas, tensar piel... es decir, revertir el paso del tiempo. Hoy, una nueva generación ha cambiado las reglas. La generación Z, primera completamente digital, no espera a que los signos aparezcan. Prefiere adelantarse.
Así nace la prejuvenation, una corriente estética que no busca revertir el envejecimiento, sino ralentizarlo antes de que se note. Lo que empezó como tendencia, hoy marca una transformación cultural que mezcla estética, bienestar y nuevas actitudes frente al paso del tiempo.
La era del anti-edad está dando paso a nuevos conceptos: pro-ageing y age management. El objetivo ya no es ocultar los años, sino preservar la vitalidad natural el mayor tiempo posible.
Hoy el lenguaje cambia:
Hoy, pensar en la estética como parte del autocuidado es lo normal para la generación Z. Varios factores se han alineado para crear esta nueva cultura:
A partir de los 20 años, el cuerpo pierde cerca de un 1% de colágeno cada año. El colágeno sostiene la firmeza, elasticidad y resistencia de la piel. Por eso ahora se habla de collagen banking, es decir, empezar pronto a estimular el colágeno.
Ahora la moda está en invertir en la juventud de la piel antes de que empiece a declinar. Entre las generaciones más jóvenes los bioestimuladores, skinboosters y tratamientos suaves ganan terreno. Ahora, el futuro de la belleza se construye desde los 20, no desde los 40.
La prejuvenation bien aplicada es realmente una prevención inteligente, pero llevada al extremo, puede convertirse en un problema. Cada vez más adolescentes, algunos menores de edad, replican rutinas de adultos en redes sociales. Los principales errores que cometen son:
Las autoridades han comenzado a legislar para restringir los tratamientos médico-estéticos en menores, exigiendo consentimiento paterno o prohibiéndolos directamente en algunos países. Ahora, ante este panorama, el desafío es educar, informar y actuar con criterio porque no todo rostro joven necesita ser tratado.
¿Qué tratamientos tienen sentido en jóvenes?
¿Qué prácticas son cuestionables?
La prejuvenation puede ser una gran herramienta para cuidar la juventud, pero debe utilizarse con inteligencia porque la prejuvenation no es hacer todo, es hacer lo justo en el momento adecuado. No se trata de borrar el futuro. Se trata de acompañarlo.
La Generación Z ha cambiado la estética para siempre y ahora nos toca a todos (médicos, pacientes y sociedad) asegurar que este cambio sea para mejor. Porque en estética, como en la vida, el verdadero lujo es tener una piel sana y una relación equilibrada con el tiempo.