EL TRONO DIGITAL
El poder de las redes sociales está dando forma a comportamientos y actitudes en generaciones más jóvenes, que están cambiando su forma de vivir y de relacionarse.
Cada día que pasa aprendemos algún vocablo nuevo en inglés que se integra en nuestras conversaciones, desde el brunch para referirnos al desayuno-almuerzo hasta el cringe para hablar de un momento incómodo o el ghosting cuando alguien deja de respondernos a los mensajes. Todas estas palabras reflejan la influencia cultural anglosajona y las adoptamos a nuestro idioma gracias, en parte, a las generaciones más jóvenes y a las redes sociales.
Uno de los últimos ejemplos es el throning, una palabra a lo mejor desconocida para muchos, pero que refleja como la autenticidad cede ante la presión social de mostrar una vida perfecta.
Literalmente, se traduce como sentarse en el trono o asumir un rol dominante; sin embargo, en un contexto más preciso, se refiere al acto de buscar la atención o la validación de los otros, sobre todo, a través de las redes sociales, donde la imagen y la percepción juegan un papel fundamental. Por ejemplo, proyectar un estilo de vida ideal y perfecto.
Uno de los factores que contribuyen al throning es esta especie de competición por los likes y por captar y mantener el interés de los seguidores para que ellos validen o aprueben comportamientos y logros. También es una estrategia propia de los influencers para poder destacar, ganar seguidores y, en consecuencia, ganar más dinero.
La presión social por querer ser aceptado y recibir un reconocimiento por parte de la comunidad es otra de las causas. Esto puede tener un impacto negativo en la salud mental, ya que la constante necesidad de aprobación puede llevar a estrés, ansiedad y a una dependencia de los likes y los comentarios positivos. Además, no está de más recordar de nuevo que muchas veces lo que se publica en las redes es algo idealizado y esto puede llevar a comparar la vida real de uno con lo ideal que se ve en las redes.
Por eso, es importante el valor de la autenticidad, de ser uno mismo, y tener interacciones saludables y auténticas.
Otra vertiente del throning se encuentra en las relaciones de pareja. En este caso, se refiere a que una persona busca una pareja que le aporte un beneficio, ya sea para tener un mayor reconocimiento social o por un motivo económico. Es decir, que no hay una conexión especial real y aquí podríamos recordar esa frase hecha de "por interés te quiero Andrés".
Cuando esa persona ha encontrado el perfil de pareja que está buscando, quiere compartirlo con todos sus seguidores y mostrar como todo va bien, todo es perfecto y qué felices están. Por ello, sube fotos y vídeos constantemente para que todo el mundo vea lo enamorados que están y lo bien que se lo pasan juntos.
Ahora bien, esto no es nada más que un papel, una ficción, ya que, en realidad, en privado, la relación no funciona como debería funcionar y esto puede pasar factura a la persona que se siente utilizada.