EN VALENCIA
Durante el segundo periodo de 2018, Valencia registró más de dos mil desahucios, de los cuales la mitad eran por impago de alquileres. Entre los afectados, encontramos el caso de Erika. Ella y su familia y su madre, que pagaba el alquiler, se trasladaron al piso hace ya dos años.
Hasta que dejó de entrar el sueldo de la abuela, y la familia sólo disponía de la pensión no contributiva por invalidez que recibe el marido de Erika. Poco más de 300 euros para mantener a una familia de seis miembros, tres de ellos menores.
El juez puso de margen hasta el 24 de octubre para hacer frente a los pagos por la renta de la vivienda y frenar el desalojo. La familia, desesperada, sin respuestas por parte del Ayuntamiento ni de ninguna otra administración, perdió la esperanza.
El día antes de ser desahuciados, una llamada lo cambió todo: un empresario anónimo de Valencia se ofrecía a pagar el alquiler hasta que puedan conseguir una vivienda social. Un acto altruista que les ha devuelto la sonrisa.