Atragantamientos
El incidente tuvo lugar el pasado lunes sobre las nueve de la noche.
Todo ha ocurrido en la localidad de Aldaia, en Valencia, cuando un policía nacional en prácticas ha conseguido salvar la vida de un bebé de tan solo un mes que se encontraba en una situación crítica al atragantarse y dejar de respirar.
El incidente ocurrió el pasado lunes alrededor de las nueve de la noche, cuando el agente, que se encontraba haciendo labores de prevención y seguridad ciudadana junto a otros compañeros, fue alertado por una pareja visiblemente alterada que llevaba en brazos a su bebé, el cual no respiraba.
La rápida actuación del agente resultó ser clave para evitar una tragedia. Al acercarse a la familia, comprobó de inmediato que la pequeña no respiraba, tenía la cara hinchada y no se movía, lo que indicaba claramente que estaba sufriendo un atragantamiento. Con gran celeridad, el policía decidió aplicar la maniobra de Heimlich, un procedimiento de primeros auxilios que está diseñado para desobstruir las vías respiratorias en casos de asfixia.
Primero, el agente comprobó el interior de la boca del bebé para evaluar la situación. Luego, la colocó boca abajo sobre su antebrazo y le dio varios golpes firmes en la espalda, con la idea de que el objeto que obstruía las vías respiratorias fuera expulsado. Gracias a su intervención, el bebé comenzó a expulsar grumos de leche, lo que permitió que empezara a respirar nuevamente y a llorar, una señal positiva de que había recuperado la respiración.
Mientras se llevaba a cabo esta intervención, se solicitó asistencia sanitaria de emergencia. El bebé fue posteriormente trasladado a un centro hospitalario para una evaluación más exhaustiva y para asegurarse de que no había sufrido ninguna otra complicación. Según la información proporcionada por la Policía Nacional, momentos antes del incidente el bebé había ingerido un biberón, lo que podría haber causado el atragantamiento.
Este no es un caso aislado en el que la Policía Nacional ha tenido que intervenir para salvar la vida de un menor en situaciones similares. En varias ocasiones, tanto en España como en otros países, los agentes han logrado rescatar a niños que se habían atragantado. Un ejemplo reciente tuvo lugar en Teruel, donde un agente fuera de servicio salvó la vida de una niña de dos años que se estaba asfixiando con un trozo de comida durante la celebración de su cumpleaños en un restaurante.
En ese caso, el agente, que se encontraba con su familia en un área de servicio, escuchó los gritos de auxilio de una mesa cercana, donde una familia intentaba desesperadamente liberar las vías respiratorias de la pequeña sin éxito. La niña comenzaba a mostrar signos de asfixia severa, como el amoratamiento de la piel, debido a la falta de oxígeno. El policía, sin dudarlo, aplicó la maniobra de Heimlich, logrando que la niña expulsara el trozo de comida y pudiera respirar nuevamente.
Estos actos por parte de los agentes demuestran la importancia que existe en la preparación y la formación en primeros auxilios.
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