Violencia de género
La mujer, junto a su bebé, ha sido hallada en una habitación de un apartahotel con indicios de violencia. La Guardia Civil ha detenido a su expareja en un taxi a la altura de Zaragoza. Los hechos han ocurrido en Vitoria y ella estaba embarazada de gemelos.
Una mujer de 32 años ha sido hallada sin vida y con indicios de violencia en un apartahotel en Vitoria-Gasteiz. La Guardia Civil ha detenido a su expareja, un hombre de 34 años, cuando viajaba en taxi por la AP-68, a la altura de la provincia de Zaragoza.
El aviso fue recibido por la Ertzaintza a las 15:00 horas, después de que se hallara al cuerpo sin vida de la mujer. Al llegar a la habitación, los agentes han confirmado que se trataba de una "muerte violenta", según indican. La mujer se encontraba con su bebé, cuyo estado de salud es bueno, aunque fue trasladado a un centro hospitalario para un reconocimiento completo. El menor, que no alcanza los 3 años, habría pasado 12 horas junto al cadáver de su madre. Poco después se ha sabido que la mujer estaba embarazada de gemelos.
Las indagaciones realizadas en las horas siguientes al hallazgo del cuerpo sin vida de la mujer han llevado a concluir que su expareja había abandonado el País Vasco por la tarde. Gracias a ello ha podido ser interceptado y detenido por la Guardia Civil.
El arrestado ya está a la espera de pasar a disposición judicial y la Ertzaintza lo continúa investigando como un asesinato machista.
Por el momento no hay más datos del suceso. Se cree que el crimen pudo cometerse entre la tarde del sábado y el domingo por la mañana en el apartahotel de la capital alavesa.
Continúa la investigación en Granada
Asimismo, la Guardia Civil investiga como homicidio las muertes "violentas" de la mujer de 38 años embarazada y de su hijo de 3 años. Sus cuerpos fueron encontrados sin vida a primera hora de este sábado en su chalé de Las Gabias, en Granada.
Por el momento, el instituto armado ha informado que no se ha practicado ninguna detención relacionada con este doble crimen. El marido de la fallecida se comunicó con el servicio 112 de las Islas Baleares para advertir del presunto allanamiento de su casa.
Hasta el lugar acudieron efectivos de la Policía Local, Guardia Civil, sanitarios y bomberos, donde estos últimos procedieron a la apertura forzosa de la puerta.
Según la alcaldesa, María Merinda Sábada, los agentes no encontraron inicialmente nada "raro", ningún signo de un posible robo ni de forzamiento en el perímetro de la finca.